“No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz.” Lc.12:15. TLA
ecientemente, la revista "Forbes" publicó
la lista de los diez países más “felices” del mundo, tomando en cuenta la
prosperidad económica de cada país. El estudio reveló que, curiosamente, los
países que ocupan las primeras posiciones del ranking de "Forbes", como Dinamarca, Canadá, Estados Unidos, Islandia,
Irlanda y Suiza, entre otros, son también los que registran las tasas más altas
de suicidio. En cambio, en Latinoamérica,
las personas son menos propensas al suicidio. Para hacer una relación, en general,
en países europeos hay 23.2 suicidios por cada 100 mil habitantes, mientras en
América el índice baja a 10.3.
En América Latina, un país como Chile que ha alcanzado un estándar de vida similar al europeo, es el que registra más muertes por suicidio, junto a Cuba y Uruguay. Y uno se pregunta: ¿Por qué los lugares donde la gente parece tenerlo todo son los que más índices de suicidios presentan? Los expertos no han podido presentar una razón contundente de este fenómeno. Pero hay quienes dicen que la insatisfacción que causa una vida sin retos ni necesidades puede incidir, pues no solo los pobres se quitan la vida. También se dice que el grado de aislamiento y soledad que sufren las personas en países acaudalados es motivo de suicidio. La razón, a ciencia cierta, no está determinada, lo que sí es verdad es que un entorno próspero no garantiza la felicidad en su plenitud, por lo tanto, las riquezas no deben ser la prioridad de nuestras vidas.
- ¡No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz. Lc.12:15, TLA.
- Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo! Ecl.5:10. NVI.
- No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Mt.6:19-20, NVI.
Conclusión:
De acuerdo a los datos recabados por Infobae, los países que poseen tasas más bajas de suicidio parecen tener algo en
común: un mayor fervor religioso. El psicoanalista Josep Moya, afirmó: Quienes profesan una fe y piensan que Dios no los ha abandonado, también se encuentran en mejores condiciones para afrontar las crisis".
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