Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.» Mateo 11:28-30
PROPÓSITO: Presentar un consuelo al creyente, mediante las
palabras de Jesús, para que encuentre esperanza y una salida a su situación.
INTRODUCCIÓN:
1.
“Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y
sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y
comenzó a enseñarles muchas cosas.” Mc.6:34. Las personas que seguían a Jesús
se olvidaban hasta de comer, porque él tenía una palabra de esperanza para
ellos. Lo miraban como alguien que podía
ayudarlos para salir de sus problemas.
Al mismo tiempo, Cristo miraba en ellos personas que sufrían, con
problemas, y sintió que eran como “ovejas sin pastor”.
2.
Nosotros venimos a la iglesia, pero la mayoría
somos como ovejas sin pastor, en busca de esperanza, de una respuesta a
nuestras dificultades. Es muy seguro que todos estamos pasando por momentos
complicados, aunque nuestro rostro no lo refleje.
3.
Una
mujer pasa todas las noches por acá y se sienta a conversar con nosotros, ella
es una persona en desamparo, y creo que ha encontrado en nosotros un grupo que
la trata bien. Es por eso que busca
nuestra compañía.
4.
Las
personas no son solo un rostro y un cuerpo: son una historia detrás de su
apariencia. Es a esa historia a la que
Jesús apela y da una respuesta. Y fue por eso que un día él dijo: vengan a mí,
los cansado de tanto trabajo y con tantas cargas, yo los haré descansar.
I – VENGAN A MÍ TODOS…
A-
“Cansados
y trabajados” El señor se refiere a dos cosas que están muy unidas:
“trabajados”, sentirse cansado por una carga, fatigados por los duros golpes
que recibimos en la vida. Cuando uno se siente cansado, quiere encontrar un
lugar donde poder recobrar las fuerzas. Pero la palabra “cansados” o
“cargados”, se refiere a continuar cargando algo. Llegas a tu casa, descansas, pero la carga no
ha desaparecido, sigue en tu cabeza, en tu conciencia, hiere tus emociones,
lastima tu ser.
1-
Igual
que en los tiempos de Jesús, también hoy las personas tenemos cargas, bultos de
problemas que estamos cargando permanentemente.
2-
La
soledad, el desempleo, la escasez, la enfermedad, conflictos de pareja o con
los hijos, malos hábitos y vicios, una ruptura, el abandono, frustraciones, un
plan que salió mal, etc. Todas estas cosas son cargas que no nos dejan.
B-
Sin
embargo, muchos de nosotros hacemos todo lo contrario, nos alejamos del Señor,
creyendo que así resolveremos nuestros problemas.
1-
Las
personas dicen que no se congregan porque tiene un problema, parece que dejar
de congregarse resuelve el problema, pero cuando vuelve a la iglesia, nos damos
cuenta que no resolvieron nada. Lo que
esto demuestra es que Dios no es una prioridad para nosotros, y que nos da
igual adorar a Dios o no. Como sea, con esta actitud demostramos que para
nosotros Dios no es prioridad, y que nos volvemos ignorantes, necios, porque
dejamos de último a quien nos puede ayudar a resolver nuestros conflictos:
Jesús.
2-
Te
has vuelto experto en la capacidad de sufrir.
Cuando hablas de tus problemas, no buscas soluciones, solo quieres
desahogarte contando lo que te pasa. Te pareces a la mujer que entrevistaron
una vez en un programa cristiano. Cuando comenzó a hablar, todos se
estremecieron por la vida tan triste que llevaba. Decidieron entrevistarla toda
la semana, porque su historia de dolor era larga. Por la mañana, y en reprís
todas las noches, la mujer se encargó de contar su triste vida. Los hermanos de
la iglesia se comprometieron a apoyarla, y así fue, muchas ofrendas, apoyo
emocional, etc.
Unos días
después a esa entrevista, yo caminaba frente a una universidad de la capital,
me llevé una gran sorpresa cuando vi a la mujer de aquel programa en su mismo
lugar: unas gradas de una calle, donde acostumbraba a pedir limosnas de la
gente.
¿De qué
sirvió tanta publicidad para esa mujer, si al fin y al cabo ella no cambió sus
condiciones? Ella no buscaba soluciones, buscaba la conmiseración de otros. Se
había vuelto experta en el sufrimiento.
3-
Él
dice que quiere ayudarte a liberarte de esa carga que tiene ahora. Ese problema que te agobia es lo que él
quiere destruir, porque siente compasión de ti, porque sabe que tienes derecho
a una vida mejor. No te niegues el derecho de descansar, suelta esa carga que
tienes.
II – ACEPTEN EL YUGO QUE YO LES PONGO…
A-
Yugo:
algo para unir dos cosas, significa también someterse a la autoridad o guía. Si
eres cristiano desde mucho tiempo atrás, y aún sufres y tienes cargas, te
uniste a Cristo, pero no te sometiste a él, no has permitido que Jesús te guíe,
porque el resultado de su guianza es paz, es descaso.
B-
Aprendan
de mí: esto indica crecer en conocimiento por investigación o por observación.
Es la compañía de Jesús la que proporciona el aumento del conocimiento. En vez
de contar tus problemas, deberías saber cómo enfrentarlos y solucionarlos, si
es que Jesús te ha enseñado.
C-
Paciente...
humilde: Cristo te enseñará a soportar la prueba hasta que esa prueba haga su
obra en tu vida. Te enseñará a salir fortalecido de los golpes que te dé la
vida. Te enseñará a recibir con sencillez el aprendizaje, a no ser soberbio
cuando aprendes. Serás humilde en la prueba.
Pero esto también significa que “él te tiene
paciencia, que aún cuando le preguntes una y otra vez qué debes hacer, él
tendrá paciencia contigo, no será altivo para ayudarte, no te hará sentir que
te ayuda y que le debes algo.
Él te hará sentir que está contigo pacientemente
hasta el final.
III - PORQUE EL YUGO QUE LES PONGO Y LA CARGA QUE LES DOY A
LLEVAR SON LIGEROS
A-
Cristo
te da la oportunidad de reinventar tu vida
B-
El
yugo de Cristo te hace ver lo siguiente:
1-
Hay
otros en peores condiciones que las tuyas
2-
Es tu
responsabilidad salir adelante, pero Cristo te ofrece la mano
C-
Lo que
en nuestro idioma parece una invitación, Vengan, en el idioma original es un
imperativo. Jesús te ordena que:
Dejes de sufrir
Que rehagas tu vida
Que tengas esperanza
Que te dejes guiar por él, que promete tratarte
muy bien, con humildad y mucha paciencia.
Quisiera poder abrir tu cabeza y meter esta idea
en ella: únete a Jesús, dale tus cargas, y que él te dé la suya.
CONCLUSIÓN:
1-
Yo
aprendí una frase de una hermana de nuestra congregación: “Luchen desde adentro”.
En otras palabras, no abandonen el cristianismo, luchen estando dentro del
cristianismo. También esto podría significar “tomen el yugo de Cristo,
cárguenlo, porque es más fácil luchar si Jesús va con nosotros”.
2-
Jesús
dice que quiere ayudarnos, tomar nuestras cargas, llevarlas él, y que nosotros
llevemos esa carga que él ofrece, que es liviana, suave, que no cansa. ¿Qué le
parece estar sumamente cansado, y que alguien quiera ayudarnos y nos dice: déjeme
cargar eso que lleva, tome esta pequeña maleta, no pesa casi nada? Pero nosotros decimos: no sea metiche, déjeme
cargar mi maleta de 500 libras, quédese usted con su maleta de 40, yo puedo
solo. La mayoría de nosotros tenemos esa actitud, no queremos la carga de
Jesús, no queremos que nadie se meta con nosotros, que Jesús lleve su yugo, que
nos deje con el nuestro.
3-
Hoy
es un buen día para decirle a Jesús: Señor, ya no puedo más, quiero ser libre
de esta carga, de este sufrimiento, del dolor que he cargado durante años. Te
entrego esta carga, te doy mi cansancio, te doy mis problemas. Déjame cargar tu yugo, no pesa nada. Señor,
gracias por tenerme paciencia todos estos años, gracias por tratarme con
humildad, aunque he sido muy obcecado. Jesús, te entrego lo mío, lo que me
cansa, lo que me rinde, y tomo lo que me ofreces, me someto a tu guía, y
agradezco tu compañía hasta el fin de mi vida.
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