Propósito:
instruir sobre una alabanza más profunda al Señor, usando como referencia el
salmo 103, para un mayor aprovechamiento de nuestra alabanza y el desarrollo de
nuestra vida con ese recurso.
Introducción:
1.
El inicio de nuestra congregación es
muy recordado, principalmente por nuestra entrega en la alabanza. Actualmente
no podemos decir que alabar sea nuestra mejor característica[1].
2.
Quizás alabar sea lo que menos hacer, tal vez nunca. Generalmente lo que hacemos es
quejarnos, y por eso, nos hemos perdido los grandes beneficios de alabar al
Señor.
I – ¡CON TODAS LAS FUERZAS DE MI SER ALABARÉ A MI DIOS! Salmo
103.1
A. ¿Qué
es alabar?
1.
Es decir cosas favorables de una
persona o de una cosa, resaltando sus cualidades o méritos.
2.
Es la aceptación de lo que nos pasa
como bueno y necesario. Alabar es tener la capacidad de ver el fondo de las
cosas, es poder ver el lado positivo de lo que nos ocurre y cómo esto puede
favorecernos.
B. ¡Con todas las fuerzas de mi ser
alabaré a mi Dios! Sal 103:1
Con
todas las fuerzas del ser no se puede comparar a una alabanza burda,
superficial, insípida, que solo brota de los labios, no del corazón. El
Espíritu Santo se regocija cuando oye alabanzas sinceras, porque el
Espíritu de Dios puede detectar fácilmente dónde hay un corazón que adora. La adoración y la alabanza profunda son como
el néctar que atrae a la abeja. Es como un perfume que enamora.
C. La
alabanza del ser es esa entrega total, de emociones, pensamientos y voluntad.
No es una alabanza superficial. ¿Cómo lo hacemos nosotros?
D. Debemos
aprovechar todo el potencial de la alabanza, entregarnos, poner todo en ella,
dejar de ser superficiales.
II -… Y RECORDARÉ TODAS SUS
BONDADES! SAL 103:2
A.
La alabanza correcta y perfecta se
centra en la grandeza y la providencia de Dios sobre la vida de sus hijos. Un cristiano convertido está enfocado
en las bellas características de Dios, no desvía su visión de él y de
sus virtudes, de sus
regalos y beneficios.
B.
Si nos faltan razones para alabar al
Señor, leamos el Salmo 103, encontraremos cosas que por lo general no valoramos, por las cuales debemos alabar.
C.
Los cristianos de los primeros siglos
sufrieron el martirio, y cuando se les exigía maldecir a Jesús, decían que no,
porque de él solo bienes habían recibido, y ningún mal.
III - “¡TODO EL TIEMPO TE BENDECIRÉ! ¡MIS LABIOS
SIEMPRE TE ALABARÁN!” Salmos 34.1
A.
La alabanza ha de producirse en todo
tiempo, sin importar las circunstancias.
B.
No siempre estamos de ánimo para
alabar, pero allí es donde se produce el sacrificio de alabanza. ¿Qué es el sacrificio de alabanza? “Es alabar a Dios
aunque las circunstancias no sean las que deseamos o las más favorables”.
C.
El Salmos 50:14,15 y 23 dice: “sacrifica a Dios
alabanza, y paga tus votos al altísimo e invócame en el día de la angustia; te
libraré y tú me honrarás. El que sacrifica alabanza me honrará”.
D.
Uno
alaba cuando tiene razones para hacerlo, pero cuando tenemos el hábito, se vuelve una práctica espontánea.
E.
El
verdadero cristiano
ha aprendido a alabar siempre.
IV - ¡ME HACE FUERTE COMO LAS ÁGUILAS! Salmo 103:5
A.
La alabanza profunda no solo agrada a
Dios, sino que también toca nuestro ser en su totalidad, cambia nuestras
emociones. Si usted hoy alaba de verdad,
usted saldrá renovado, con entusiasmo, cambiado completamente. Experimentará conversión, experimentará
paz. Los resultados sicológicos de la
alabanza real y profunda son para nosotros y no para el Señor, porque en realidad, al alabar, somos nosotros los que
recibimos el mayor beneficio, ya que alabar crea en nosotros un estado de paz,
de gozo y seguridad.
B.
LA ALABANZA TIENE EL PODER DE
DESARROLLAR NUESTRA VIDA A PLENITUD, porque nos ayuda a mantenernos
correctamente enfocados, apartamos nuestros pensamientos del lado oscuro de
la vida, y nos centramos en el lado positivo. La metáfora del justo como un águila que se renueva, cobra sentido cuando
entendemos los efectos poderosos de la alabanza en la vida de quien la
practica.
C.
En su
libro “Cambie sus pensamientos y
cambiará todo” el Dr. Norman Vincent Peal cuenta la historia de una mujer
que andaba de médico en médico, y nunca encontraba resultados positivos para su
necesidad de paz y tranquilidad. Hasta que visitó a un médico que le dio una sencilla receta: vaya a la iglesia. El secreto está en el entorno de la iglesia,
paz, armonía, alabanza. Todo esto es propicio para encontrar paz.
D.
La razón científica para que esto se
dé es que
nuestro cuerpo es capaz de producir una serie de hormonas, tres de las cuales
son responsables del placer y la motivación (dopamina), aliviar
el estado de ánimo (serotonina) y producir felicidad
(endorfina). Si nuestra forma de
alabar no es sincera y profunda, sino superficial, habremos perdido el tiempo,
habremos fingido y no obtendremos ningún resultado. CUANDO USTED SE MARCHA
IGUAL QUE COMO LLEGÓ A LA IGLESIA, USTED SOLO FINGIÓ, PORQUE LA VERDADERA
ALABANZA CAUSA RESULTADOS POSITIVOS, ya que activa en nosotros un proceso
químico que nos trae felicidad.
Conclusión:
1.
Cuando Josafat decidió alabar, pudo
obtener una gran victoria sobre sus enemigos, 2Cro.20. Destruyamos a nuestros
enemigos, usemos el poder de la alabanza.
2.
Volvamos a nuestros inicios, hagamos
de la alabanza nuestra mejor arma.[2]
3.
Aprendamos a alabarlo, acostumbrémonos
a hacerlo, porque si queremos ir a la eternidad eso es lo único que haremos
allá: ¡Alabar!
4.
Alabe al Señor con todo su ser, así
podrá obtener los beneficios de una alabanza profunda y sincera. Si usted sale
renovado hoy, habrá abalado con todo el ser y el Señor se habrá agradado de
usted.
[1] Esta idea solo corresponde a nuestra congregación local, usted puede
hacer uso de una ilustración alusiva a su experiencia.
[2] Esto se refiere a la experiencia que tuvimos en los inicios de nuestra
congregación. Usted deberá hacer referencia a algo específico de su entorno o
de algún ejemplo pertinente.
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