Efesios 4;30-32
PROPÓSITO:
instruir sobre mandamientos importantes para el creyente en su diario vivir.
INTRODUCCIÓN:
Hay tres versículos contundentes que nos orientan para alcanzar una vida mejor
en nuestro crecimiento espiritual. Ellos son:
I-
Ef.4:30:
NO HAGAN QUE SE ENTRISTEZCA EL ESPÍRITU SANTO… DHH.
A-
En el idioma del NT. entristecer se
encuentra en la voz activa, esto indica que las personas pueden realizar
acciones que provocan dolor al Espíritu Santo. Los pecados de los cuales habla
Pablo desde el versículo 17 de este capítulo, son las acciones por las cuales
se podría estar entristeciendo al Espíritu del Señor. (enumeremos conductas pecaminosas que entristecen al Espíritu Santo).
B-
Él es la garantía de que entraremos en
la eternidad: “con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como
propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación definitiva.”
1.
Debemos cuidar nuestra garantía. ¿Qué
pasaría si lo hacemos menguar con nuestra conducta?
2.
Cuando los ángeles nos levanten de
este mundo, Mt.24:31, ¿cómo nos distinguirán si entristecemos al Espíritu
Santo?
II-
Ef.4:31:
ALEJEN DE USTEDES… DHH.
A-
Amargura:
un mal que padece la mayoría de
personas. Las Escrituras nos mandan a erradicar la amargura, He.12:15.
Este es un asesino silencioso que nos roba la paz y felicidad. (ver el sermón
“La Amargura”). Las personas niegan sentir amargura, pero la negación de un mal
tan grande puede ser letal, porque este es un mal que puede llevarnos a la
condenación.
B-
Las pasiones:
estas son un detonante para el enojo y las otras conductas mencionadas en el
versículo. Dejarse controlar por las pasiones es algo tan común y peligroso. (Demos ejemplos de cómo nos dejamos controlar
por las pasiones).
C-
Jesús no se dejó controlar por sus
pasiones, él mantuvo dominio de sus actitudes y sentimientos. Un ejemplo de
esto es lo que dijo cuando estaba clavado en la cruz, “perdónalos, no saben lo que hacen”. Esto indica que a pesar de que
era torturado por los soldados, no sintió ninguna emoción negativa por ellos.
III- Ef.4:32:
PERDÓNENSE UNOS A OTROS, DHH
A-
La esencia del cristianismo es el
perdón, lo hemos recibido, pero si no lo entregamos, seremos condenados para
siempre.
B-
El supremo ejemplo de Jesús nos
muestra cómo hemos de perdonar. El de Jesús fue un perdón que lo llevó al
sacrificio. ¿Qué estás dispuesto a hacer para perdonar?
C-
Si practicamos el perdón, sentiremos
una experiencia liberadora que nos llevará a una vida mejor. ¡Las Escrituras nos dan consejos contundentes!
CONCLUSIÓN:
1- Hemos
de sanarnos de malas actitudes.
2- Hemos
de seguir el supremo ejemplo de Jesús en nuestras relaciones.
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