“Hermanos, ustedes saben que la familia de Estéfanas fue la primera que en la región de Acaya se convirtió al evangelio, y que ellos se han dedicado a servir a los hermanos en la fe.” 1Cor.16:15
INTRODUCCIÓN
Todavía recuerdo la experiencia que tuve mientras visitaba a un muchacho moribundo,
plagado de enfermedades: Yader Cabrera. Leucemia terminal, tuberculosis, dificultades
digestivas y renales. El que era su pastor me pidió que lo visitara, lo cual
hice durante seis meses. Al pastor nunca lo conocí, ni siquiera cuando fui a la
ciudad del joven a visitarlo.
En una ocasión, Yader me abrazó, y me dijo
que me quería. Creo que porque yo era el único que lo visitaba en el hospital y
trataba de atender sus deseos. Sufrió mucho, pero pudo mantener su fe hasta el
final.
No me di cuenta cuándo falleció, solo
porque su pastor me llamó para pedirme ayuda, que si yo conocía a alguien que
pudiera ayudarle para obtener un salario. Aquel descarado me enojó muchísimo:
nunca visitó a su oveja, pero ahora me llamaba buscando la forma de obtener
dinero.
Estéfanas y su familia son un gran ejemplo
de cómo hemos de servir en la iglesia del Señor y fuera de ella. “ellos se
han dedicado a servir a los hermanos en la fe”. La dedicación descrita por Pablo, no es la de
un grupo de hermanos que sirve a los santos de manera esporádica, sino de
quienes se han “ordenado”, o “señalado” para dicho propósito. Esta familia ha
hecho del servicio un proyecto de vida.
I
– EL CRISTIANISMO COMO UN LLAMADO AL SERVICIO
A.
Rom 6:18 Una vez libres de la esclavitud del pecado,
ustedes han entrado al servicio de la justicia.
Si antes servíamos al pecado, ahora servimos a la justicia, pero este
servicio es voluntario al rey. Rom 6:19
B. El hombre natural
es egoísta no sirve a nadie. Orontes, en el cuarto rey mago es un ejemplo de
quien solo piensa en sí mismo. Antes
éramos egoístas, insensibles a las necesidades de otros. Ahora el Espíritu de
Cristo está en nosotros.
C. Pidamos hoy el don
del servicio: Rom 12:7 “si nos ha dado
el don de servir a otros, sirvámoslos bien.” DHH. El servicio
que se debe dar es el mejor, no uno mediocre. Col 4:17 Díganle esto a
Arquipo: "Procura cumplir bien el servicio que te han encomendado en
nombre del Señor."
II – TODO ACTO DE SERVICIO SE RINDE A DIOS
A. Todo trabajo ha de
verse como un servicio a Dios. Efe 6:7
Realicen su trabajo de buena gana, como un servicio al Señor y no a los
hombres. CADA SERVICIO DEBE HACERSE PARA
GLORIA DE DIOS. 1Pe 4:11 Cuando alguien hable, sean sus palabras como
palabras de Dios. Cuando alguien preste algún servicio, préstelo con las
fuerzas que Dios le da. Todo lo que hagan, háganlo para que Dios sea alabado
por medio de Jesucristo, a quien pertenece la gloria y el poder para siempre.
Amén.
B. Dios es celoso con
nuestro servicio: Mat 6:24 "Nadie
puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a
uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.
C. JESUCRISTO SABE
CUANDO LE SERVIMOS Y CÓMO LO HACEMOS: Apo 2:19
yo sé todo lo que haces; conozco tu amor, tu fe, tu servicio y tu
constancia, y sé que ahora estás haciendo más que al principio.
III
– CARACTERÍSTICAS DEL SERVICIO
A.
Sirven de forma espontánea hasta en los detalles más
pequeños.
B. Las personas
serviciales buscan el bienestar de todos
C. Viven atentos a las
necesidades de otros
D. Tienen iniciativa
E. Son oportunos
F. Son desinteresados,
no buscan lo suyo
G. Sirven con entusiasmo
H. Dan un poco más de
lo que puede. Lc.17:10.
I. Lo hace con sus
propios recursos, no con los ajenos. Es muy fácil ayudar con el dinero de la
iglesia o de otros
J. Beneficios que se
obtienen:
1. Generan
agradecimiento
2. Llegan a ser buenos
líderes
3. Trae satisfacción
4. Reconocimiento
5. Se solidifican las
relaciones
K. El más importante entre ustedes será siervo de los
demás.
Mt.23:11, NVI. El servicio es el valor humano que remonta a las alturas a todo aquel
que lo practica. Mat 20:26 Pero entre ustedes no debe ser así. Al
contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los
demás; DHH
L. El costo mayor del servicio, la vida misma: Mat 20:28 Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no
vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una
multitud. DHH. El mismo Epafrodito
es un ejemplo de quien puede llegar hasta la última medida de entrega por el
servicio a los demás, Fil2:30.
M. Santifica. El servicio incluye al creyente en una vida santa:
Rom 6:22 Pero ahora, libres de la
esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es
provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna.
APLICACIÓN: ¿A quién hemos servido estos días? Esta
noble forma de vida inicia por el hogar, y espontáneamente se practica fuera de
él. ¿Sabe cuántas personas están necesitando de una mano, apoyo, o simplemente
alguien con quien hablar? El enfermo, el solitario, los padres ancianos, los
hijos esforzados, quien pasa por un mal momento. Nos hemos vuelto egoístas,
esperando solo recibir. Esta semana,
tomémonos un tiempo para servir a alguien, recordando que todo bien realizado,
es una semilla que en algún momento dará su fruto. Y cuando sirva, hágalo por
amor a Dios, sin esperar nada a cambio, sin cansarse, pues en realidad, algunas
veces es cansado servir, Gál.6:9.
CONCLUSIÓN
1. Era el año 2009, me
dirigía a costa rica. Unas dos horas
antes de llegar a nuestro destino, el hombre que viajó a mi lado todo el día,
entabló una conversación conmigo. Allí me
contó una de las historias más impresionantes sobre el servicio que he
escuchado.
El compañero de viajes era
parte de un grupo católico de misioneros, quienes habían tenido experiencias en
viajes misioneros para ayudar a personas necesitadas. Uno de sus compañeros le
contó la experiencia que vivió mientras realizaba su sueño de conocer a la
Madre Teresa de Calcuta. Pudo acompañar a la anciana misionera por los
suburbios de la ciudad a realizar algunas visitas. Mientras realizaban las
visitas, la madre Teresa socorrió a un moribundo que estaba tirado en la calle.
El viajero que acompañaba a la misionera quedó consternado por las condiciones
de aquel moribundo. La madre pidió la ayuda del hombre, pero pronto pudo notar
que el hombre no estaba en condiciones de ayudarla con el enfermo. El hombre no
pudo prestar ayuda porque sentía mucho repudio por la condición de aquel
moribundo. Al llegar al lugar donde se hospedaba, aquel hombre lloró
profusamente, al entender que, aunque decía amar a Cristo, sentía asco por una
de sus criaturas. Bajo oración pidió perdón por su actitud, y procuró cambiar
sus sentimientos.
¿Podemos decir que amamos a
Cristo si ni tan solo podemos prestar un servicio a los suyos?
Jesús sirvió a esas personas que la gente
no quería tocar, con las cuales no querían rosarse, ni siquiera sus seguidores.
2. El juicio final.
3. En Santiago 2:22, dice que “la fe actuó
juntamente con sus obras”. Que
nadie que no sirva se diga cristiano, porque el cristiano tiene la
característica de su líder Jesús: servir, y poner la vida por los demás.
4. Si alguna vez te
sirvieron, ahora sirve tú.
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