PROPÓSITO: Animar al creyente a incrementar su fe, mediante cuatro estrategias bíblicas eficaces
INTRODUCCIÓN:
1 - Fue excelente la descripción que los hermanos
me enviaron a cerca de cómo está el panorama nacional, congregacional, y
personal para nosotros. Todo es cierto. Todos
nos encontramos en medio de circunstancias difíciles.
2 - Lo interesante es que no todos actuamos de la
misma forma ante las adversidades. Unos
son destruidos por las complicaciones de la vida, otros salen adelante. ¿Porqué?
Lo que marca la diferencia es la fe.
SOLO LOS QUE TENGAN FE, ESPERANZA, PODRÁN SOBREVIVIR EN ESTE MUNDO.
3 - 2Cor.5:7 dice: “Pues vivimos por lo que
creemos y no por lo que vemos.” NTV, o como lo dice la RV60, “andamos por fe,
no por vista.
4 - Lo que estamos viendo, todas las
circunstancias actuales, son obstáculos grandes para nuestra vida cristiana.
Sencillamente, no podemos desconocer ninguna de estas instancias. Estas son las
cosas que vemos. Por todo esto, quiero ofrecer algunas claves para salir
adelante en medio de esta tormenta que nos ha tocado enfrentar, porque lo que
siempre marcará la diferencia es la fe que practiquemos.
I - ¿QUÉ ES LA
FE?
La fe es lo contrario del temor. Alguien sin fe se ha dejado abatir por
todas las circunstancias. Es alguien sin
esperanza. Una persona sin fe es una persona llena de ansiedad.
LA FE ES UN ESTADO EMOCIONAL.
Cuando uno cree, no lo hace solo con el pensamiento, lo hace con las
emociones: sentimos que aquello que esperamos es nuestro. TAMBIÉN EL TEMOR ES
UNA EMOCIÓN, porque cuando sentimos temor, nos descontrolamos emocionalmente.
Un escritor definió así la fe: creer, según Hebreos 11:1, es como un TITÚLO
DE PROPIEDAD. Cuando tienes un título de propiedad, lo que el título
describe es tuyo.
LA FE ES LLEGAR A CONVENCERSE de aquello en lo que creemos. Es como
estar embarazado de eso que queremos. El Dr. Cho contó la anécdota de cuando él
quería una silla, un escritorio, y una bicicleta. Él decía en su congregación que ya tenía esas
cosas, pero los miembros nunca las habían visto. Unos chicos le dijeron que
querían ver eso que él decía tener. Así que los invitó a su casa, pero él no
sabía cómo actuar, porque realmente las cosas no estaban en su casa. Cuando los jóvenes llegaron para ver eso que
él decía tener, preguntaron dónde estaban. El señor Cho les dijo que él estaba
embarazado de ellas, que pronto las tendría. Sobra decir que consiguió todas
las cosas.
Entendamos una verdad muy importante: NADIE NACE CREYENDO, LA FE ES ALGO
QUE SE DESARROLLA. Así que daremos
algunas estrategias para aumentar nuestra fe, basados en una descripción que la
misma Escritura hace al respecto.
II - ¿CÓMO APROPIARNOS
DE LA FE?
Hacemos mal cuando los miembros nos cuentan sus problemas y solo les
decimos, “hermano, tenga fe”. Esta es
una respuesta simplista a los problemas de las personas. La verdadera respuesta sería enseñarles cómo
tener esa fe que les pedimos tener.
“Conforme a la fe murieron todos
estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y
saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.” He.11.13,
RV60.
1.
Invertimos
nuestra energía en aquello en lo que nos concentraos. Así que cuando nos
concentramos en las circunstancias que vivimos, eso termina matando nuestra
vida. PASO UNO, DEJEMOS DE CENTRARNOS EN LAS CIRCUNSTANCIAS, porque les
estamos dando nuestra vida y esas circunstancias nos están quitando la vida.
El gran problema de los cristianos es que nos
centramos en lo que no queremos, en los problemas, en la carencia. UN DÍA
VISITÉ A UNAS HERMANAS, LA MUJER MAYOR COMENZÓ A RELATARME TODOS SUS MALES. Vi
que hasta lo disfrutaba. Parece que los seres humanos disfrutamos contando las
cosas malas que nos pasan. Esto indica que estamos centrando nuestra mente en
la parte negativa de la vida. Dejemos de
centrarnos en lo que no queremos.
2.
Comencemos
a ver. MIRÁNDOLO es una
acción continua. Debemos desarrollar la
capacidad de ver lo que queremos. Apartemos tiempo para ver en nuestra mente
eso que queremos. UN PENSAMIENTO ES LA PRIMERA MATERIALIZACIÓN DE LAS COSAS
QUE QUEREMOS. Todo lo que existe comenzó siendo un pensamiento. Veámoslo en
nuestra mente: ese hijo restaurado, ese trabajo por el cual hemos orado tanto,
el viaje que hemos deseado. La iglesia que soñamos, etc. Practiquemos la
visualización de lo que queremos.
3.
CREYÉNDOLO. ¿Por qué nos llenamos de temor? Porque
centramos nuestra atención en aquello que no queremos. Así que la fe se obtiene
centrándonos en lo que sí queremos. Esto sería CREYÉNDOLO. Santiago habla de la
constancia en oración, Stg.1:5-8. Dice que no hay que ser como una ola del mar,
que un día pide y el otro no. La fe viene mediante la constancia en oración.
Cuando pedimos algo, y lo pedimos, llegamos a convencernos que lo recibiremos.
La repetición constante de un deseo llega a encarnarse en nosotros y terminamos
creyéndolo. El ejemplo de una anciana en nuestra congregación, es efectivo para
creer que se puede obtener aquello que uno se empeña en creer.
4.
SALUDÁNDOLO: es por eso que decimos que la fe es un
estado emocional. Saludar es interactuar
con algo. Comience a sentir que ya lo tiene, embarácese de eso que quiere,
hable con eso, salúdelo, dele la bienvenida.
Una hermana me contó cómo fue que su hijo regresó a su casa después de
algún tiempo fuera: ELLA PRACTICABA SALUDARLO ENTRANDO A CASA, y un día, el
muchacho llegó tal como ella lo visualizaba.
5.
HABLEMOS
EN POSITIVO. Confesemos
lo que queremos como nuestro. Hablemos de lo que queremos, no de lo que no
queremos.
Nota: DEBEMOS CONSTRUIR El MUNDO DE ADENTRO HACIA AFUERA, NO DE AFUERA HACIA
ADENTRO. Si lo de afuera es lo que nos hace sentir, actuar, temer, estamos
mal. porque estamos dejando que las
circunstancias nos dominen. Debemos construir el mundo de adentro hacia afuera,
cómo, haciendo todo lo que hemos dicho: en nuestra mente, dejemos de centrarnos
en lo que no queremos, tomemos tiempo para ver eso que queremos, esto hará que
comencemos a creerlo, interactuemos en nuestro pensamiento con estas cosas, y
hablemos siempre en positivo de eso.
III - ¿HEMOS
PERDIDO LA FE?
La iglesia no ha perdido la fe, pero la ha debilitado. Los tiempos que vivimos son duros y propicios
para la incredulidad. La iglesia necesita líderes que le enseñen a creer y que
le ayuden a mantener viva la esperanza en medio del caos.
CONCLUSIÓN:
1 - La fe no actúa con base en las circunstancias
tangibles. El cristiano no construye su
vida de afuera hacia adentro, sino de adentro hacia afuera.
2 - Es dentro de nosotros donde comenzamos a
construir lo que queremos. No permitamos
que las circunstancias nos hagan sentir vencidos, sin esperanzas. Luchemos por lo que queremos, centrándonos en
eso, viéndolo, saludándolo, confesándolo. Construyamos nuestro mundo desde
adentro.
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