QUÉ ESPERAN LOS HIJOS DE LOS PADRES

 

Propósito: Que los padres reflexiones a las necesidades más urgentes de nuestros hijos.

Introducción:

1-           Nunca antes un sermón había tenido tanta aceptación como aquel de “Lo que los hijos debemos a los padres”.  Fueron muchas las personas que mostraron aceptación por el tema.

2-           Esto demostró que la relación hijos-padres está , muy deteriorada, que los padres tienen expectativas con relación a lo que esperan de sus hijos. Pero muchos padres se han decepcionado.

3-           Usted como padre tiene muchas expectativas en cuanto a sus hijos, pero, ¿ha pensado en las expectativas de sus hijos respecto a usted? ¿Considera usted que ha cumplido con su papel de padre? Si piensa que si, ¿cree que sus hijos piensen igual? ¿Será usted el padre que sus hijos esperaban tener?

4-           Muchos padres han fallado en la relación con sus hijos.  En lo general, ¿qué esperan los hijos de los padres?

 I- LA RESPONSABILIDAD DE SER PADRES.

A-     Los padres son como héroes que dirigen las vidas de los hijos hacia el futuro, Sal.127:3,4.

B-     Pero no todas las personas están preparadas para convertirse en padres, y posiblemente usted no lo estaba cuando lo fue.

C-      Como seres humanos, los hijos tenemos muchas necesidades que llenar, y en los primeros años son los padres los encargados de responder a sus expectativas. Oseas 11:1-

D-    Hermano, ¿recuerda cuando usted estaba bajo la sombra de sus padres? ¿Qué recuerda?  ¿Qué recordarán sus hijos respecto a usted?  Hay hijos que se llenan de amargura cuando recuerdan la conducta de sus padres.  Hay hijos que están orgullosos de sus padres.  Hay hijos que han comprendido a los padres y los han perdonado. Escuche algunas sugerencias de parte de sus hijos:

 II- LAS EXPECTATIVAS DE LOS HIJOS:

A-     La primer gran necesidad de los hijos es el amor.  Necesitan sentirse amados por sus padres, Tit.2:4.

1-           Lamentablemente el tiempo y nuestras ocupaciones nos han robado la posibilidad de demostrar ese amor a nuestros hijos. Tenemos que trabajar, y llevar las cosas necesarias a nuestro hogar; pero nada puede ser más importante que llevar el amor a nuestros hijos.

2-           Puede que los hijos no recuerden los afectos y cariños que les fueron entregados, sino una interminable lista de momentos en que los disciplinaste con rabia. Recuerdan aquellas enormes palizas, porque dejaron cicatrices en sus almas. Una mujer que caminaba con una pequeña niña de unos dos años y medio, de repente solté en el rostro de la chiquita una tremenda bofetada que sorprendió a la niña, que soltó el llanto, sin saber qué fue lo que pasó.  La niña tomó algo del suelo y se lo llevó a su boca.  La madre castigó la actitud de la niña bruscamente, aunque aquella pequeña seguramente no entendió lo que pasó, solamente tuvo que soportar un tremendo golpe. Cuántas veces nuestros hijos han soportado nuestras rabietas y no saben el por qué de nuestras actitudes. La Biblia reglamenta la disciplina que los padres debemos dar a nuestros hijos, Ef.6:4.

B-     La comunicación es de alta prioridad en la vida de los hijos. 

1-      Que bonito diálogo aparece al iniciar los proverbios, de un padre interesado en comunicarse con sus hijos, Prv.1:8.ss.

2-      Me gustó mucho lo que leí de Dryden Sinclair, en su libro “Aumentando nuestra Fe”, donde relata que él recordaba con cariño y agradecimiento las noches cuando tuvo el privilegio de llegar a la cama de sus pequeñas y conversar con ellas por unos momentos todas las noches.

3-      ¿Hemos tomado el tiempo de hablar con nuestros hijos como amigos, escucharlos y que nos escuchen? Más que en relación de padres-hijos, en relación de amigos.

C-      Los hijos tienen otra necesidad: Sentirse valorados como personas.

1-      “Ustedes son mis hijos y yo hago lo que quiera con ustedes”. Primero son personas, luego nuestros hijos. Gn.1:26.

2-      Cuando a Abraham le nació su hijo Isaac, reconoció en él una persona que tenía un propósito especial para su vida, Gn.22.18.

D-    Sentirse parte importante de la familia, sentir que sus que sus opiniones cuentan, aunque sean menores de edad.  Quieren sentirse valorados.

1-      Dos hombres trabajaban juntos e hicieron dos camas.  Como no las vendieron decidieron tomar una cada uno y entregárselas a sus niñas: uno tenía tres niñas, el otro tenía una niña y un pequeño varón de un año y medio.  Por la necesidad el padre de los dos niños le preguntó a su hija de tres años si le permitía vender su cama, lo hizo delante del compañero de trabajo. La niña respondió que no.  La esposa del que tenía tres niñas le dijo un día: Esa cama no hace juego con la habitación, sácala.  El hombre recordó la forma en la que su compañero había preguntando a su pequeña hija su opinión respecto a vender su cama. Le contó la historia a su esposa, y decidieron preguntar a sus tres hijas qué querían ellas.  Las niñas dijeron que aunque su madre pensara que la cama no quedaba bien en el cuarto por el color, ellas amaban su cama, y decidieron quedarse con ella, aunque su madre no la quería porque no entonaba con la habitación.

2-      Muchas veces tomamos decisiones que afectan las vidas de nuestros hijos, y ni siquiera pensamos en cómo pueden sentirse ellos. Recordemos las palabras de nuestro Señor de Mt.7:12.

E-      Un anhelo ferviente en los corazones de nuestros hijos es el deseo que sus padres sean más humanos, es decir, que acepten que también se equivocan, y que estén dispuestos a reconocerlo.

1-      Cuántas veces nos hemos equivocado y no hemos tenido el valor de reconocer nuestras equivocaciones. Quizás nos equivocamos con nuestros hijos y jamás les dijimos que nos equivocamos. El reconocer los errores delante de los hijos no nos hace menos, sino que nos engrandece a sus ojos porque demostramos suficiente humildad como para reconocer y rectificar lo errado.

2-      Los entendidos, cristianos y profesionales, aconsejan que cuando estas cosas pasen, los padres deberían pedir perdón a sus hijos, y la palabra de Dios habla de la confesión de las culpas, Stg.5:16.

F-      La relación ente los hijos y los padres dura poco tiempo: a lo sumo 20 años. Un día ellos ser irán, y nosotros también, por eso tratemos de vivir vidas intensas con nuestros hijos. cubramos sus necesidades.

 III- REINVINDICANDO A NUESTROS HIJOS.

A-     Nunca es tarde para cambiar. 

1-      Sólo los ríos no se devuelven, estamos en el deber de mejorar, Ef.4:23

2-      Mucha de la problemática social que vivimos ahora es producto de las relaciones familiares que han fracasado. Es posible que si Elí hubiera cambiado su conducta para con sus hijos habría mejorado la conducta de sus hijos, y estos no estarían ahora en el infierno.

B-     ¿Cómo nos recordarán nuestros hijos? ¿Cómo los padres que debimos ser?

1-      No sólo los hijos fallan en la relación sus padres.  La gran mayoría de padres hemos fallado en nuestra relación con ellos.

2-      ¿Considera usted que ha cumplido como padre? ¿Se lo han dicho sus hijos?

 Conclusión:

1-      Ser padres es una tarea digna, pero no todos han podido con esa responsabilidad, Sal,127:3,4.

2-      ¿Conoce usted las necesidades más urgentes de sus hijos? ¿Las ha satisfecho?

3-      Nunca es tarde para mejorar.

 

Comentarios