INTRODUCCIÓN:
1. He realizado muchos viajes en los último años. El último fue el mejor de toda mi vida, porque toda mi familia llegó al aeropuerto a esperarme. Los vi muy contentos, y es que ellos sabían algo que yo no: muchos hermanos me esperaban en secreto para darme una bienvenida. Sabían el detalle de algo que no querían que yo me perdiera.
2. Las Escrituras dicen: “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, y nadie ha imaginado lo
que Dios tiene preparado para aquellos que lo aman.” 1Cor.2:9. PDT. Dios sabe algo que nosotros
ni siqueira podemos imaginar.
3. Solo al ser conscientes de nuestra
salvación podemos sentir alegría por esa realidad. Mientras no seamos
conscientes completamente de lo que eso significa, no podremos sentir nada al
respecto.
I- LA ALEGRÍA DEL
ENCUENTRO
A- Tres parábolas en la Biblia
ilustran el gozo que causa encontrar lo que se había perdido, Lc.15.
1. La oveja perdida: elpastor la encontró y regresó gozoso a su casa, Vs.5,6.
2. “Gozaos conmigo”, dijo la mujer que
encontró la dracma perdida, V.9.
3. El padre del hijo pródigo invitó al regocijo, V.32.
B- Para Jesús no hay otro momento más
grande de regocijo que tu llegada al Reino. El cielo se regocija por un pecador
que se arrepiente, LC.15:10. Ni tus logros, ni tu cambio de vivienda, ni tu
profesión, nada de lo que tienes o has logrado casusa alegría para Jesus como
tu arrepentimiento.
C- “Hay días de Navidad en el
cielo en los cuales se observa el más elevado culto a Cristo, y no se glorifica
a Cristo porque haya nacido en un pesebre sino porque nace en un corazón
quebrantado. Son días cuando el pastor trae a casa sobre sus hombros la oveja
perdida, cuando la iglesia ha barrido su casa y hallado la moneda perdida,
porque entonces se reúne a los amigos y vecinos, y se regocijan con alegría
indecible y plena de gloria por un pecador que se arrepiente.”
Charles
H. Spurgeon.
D-
E- Si
un hijo clama, el Padre inclina su oído. Si un santo muere, las puertas del
cielo se abren. Si un hjo de Dios llora, es consolado. Pero cuando un pecador
se arrepiente, hay una gran celebración en el cielo. ¿Acaso hacemos nosotros lo
mismo? ¿Dejamos todo lo que hacemos y vamos a celebrar porque alguien ha nacido
de nuevo?
II- EL VALOR DE UN
PECADOR
A- Un dracma tenía tan poco valor,
unos 131 córdobas, sin embargo, la mujer de la historia la buscó con mucha
desesperación. Esta moneda representa al ser humano: para muchos, la vida del
hombre no vale nada, pero Dios en su infinita misericordia sabe cuánto vales.
Él busca la vida del hombre, la ayuda y la defiende. Y Es que Dios nos ama a todos, incluso a los que no parecen
tan importantes.
B- Los fariseos y maestros de la ley
criticaban a Jesús por juntarse con pecadores. Pero él aprovechó esta
oportunidad para contarles tres historias de alegría por encontrar algo
perdido.
C- ¿Por qué Dios valora tanto al
hombre? Porque somos sus hijos, su creación, la obra de sus manos. Al
arrepentirnos somos doblemente del Señor, pues él nos hizo, y él nos compró.
III- CONCIENCIA DE
NUESTRA CONDICIÓN
A- Nosotros somos esa moneda, esa
oveja, ese hijo que regresa.
B- Hemos escapado del infierno. En él solo hay un sonido: el lloro y el
crujir de dientes. ¿Qué sería de nosotros si él no nos hubiera encontrado, en qué
condiciones estaríamos? ¿Qué no darían las personas que están en
tormento por tener otra oportunidad? Lc.16:28.
C- Dicen algunos comentaristas que Dios le permitió a
Pablo tener una visión especial del cielo para ser motivado para la gran obra
que le tocaría emprender. El mismo apóstol dijo: Para mí el vivir es Cristo y
el morir es ganancia, Fil.1:21, y también agregó en otra parte que “los
sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria
que habremos de ver después”. Ro.8:18.
D- Mientras nosotros muchas veces
perdemos la noción de lo que somos, vivimos preocupados por cosas insignificantes
y pasajeras. Pedimos absurdamente en oración, olvidando el valor que tiene
nuestra salvación: costó la vida de su Hijo, su sangre derramada en una
dolorosa cruz. CRISTO MURIÓ PARA QUE USTED NO SE VAYA AL INFIERNO, NO PARA
COMPLACER SUS INSIGNIFICANCIAS.
E- Una mañana, al orar, pude entender
un poco más lo que he recibido de Dios. No tengo palabras para agradecer lo que
soy ahora y lo que tengo. Cuando era joven pensé que me moriría a los 19 años.
Jamás pensé tener lo que tengo ahora, y nisiquiera puedo imaginar, y ninguna
mente puede, lo que seré en el cielo junto a Jesucristo, solo puedo tener una
pequeña idea. 1Jn.3:2.
CONCLUSIÓN.
1. La historia del hijo pródigo es una
de las historias más conmovedoras que jamás se hayan contado. Pero la historia
cobra más profundidad cuando es contada desde la perspectiva del padre que
espera para perdonar, y la emoción y celebración que tiene una vez que recupera
al hijo perdido.
2. ORAR PARA QUE TENGAMOS UNA IDEA
CLARA DE DÓNDE NOS RESCATÓ EL SEÑOR, DE LO QUE SEREMOS Y DE DÓNDE ESTAREMOS.
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