Introducción:
1-
En el año 2009 fui invitado a una reunión de
predicadores en San José, Costa Rica. Tomé mi pasaporte, fui a al consulado
tico después de pagar en el bando $30 dólares por la visa. Me sellaron el
pasaporte para entrar al vecino país, y el día señalado viajé a la Suiza
Centroamericana.
Estando en la
reunión, escuché la conversación de un grupo de hermanos. Uno de ellos decía
que un muchacho que iba en su grupo estaba siendo impedido por un agente de
migración para entrar a Costa Rica. El que hablaba le preguntó al agente “si
alguien que tenía visa americana no podía entrar libremente en ese país”. El agente dijo que toda persona con visa
americana entraba sin necesidad de visa tica. El hermano tomó el pasaporte del
joven y le mostró al agente el lugar en el pasaporte donde el joven tenía su
visa gringa. Caso resuelto, todos
siguieron su camino hacia San José.
Cuando yo oí
esa historia sentí mucha vergüenza, porque había pagado $30 por la visa tica,
pero yo tenía, desde hacía varios años
una visa americana. Por supuesto, no se lo dije a nadie.
¿Qué nos
enseña esto? Que dejamos de disfrutar muchos privilegios por desconocerlos. Los
privilegios allí están, pero dejan de ser eficaces para nosotros porque no los
conocemos. Mientras mejor conozcamos las verdades que rodean nuestra vida,
podremos vivir más plenamente, llenos de gozo y alegría, sin limitaciones.
2-
Nosotros somos más que vencedores en Cristo
Jesús, Ro.8:37, y por eso podemos vivir en victoria frente al enemigo. Como
millones de cristianos desconocen esta verdad, constantemente son derrotados
por satanás. Es tiempo de reconocer esta
verdad y hacer uso de ella para gozar de
todos sus beneficios.
3-
Nuestra victoria viene por medio de Jesús. Veamos cómo lo hizo él, y recordemos que su
triunfo es nuestra victoria también.
I – JESÚS EL INVENCIBLE
A-
Ap.6:2 ha sido interpretado de muchas formas. Se cree que este personaje del caballo blanco
representa a muchos personajes. Sin embargo, no hay nadie en la historia del
mundo que pueda llenar estas características del primer jinete de Ap.6, sino
solo Jesús.
1-
Salió venciendo… esta es la primera de dos
oraciones, y la segunda palabra, venciendo, es un adverbio de modo que le da
mayor significado al verbo “salió”. El modo en que salió este personaje era en
estado victorioso, cuando apareció en escena venía venciendo. Además, esta
estructura de oración indica una acción en continuidad, no es una acción
realizada y terminada, sino una en progreso: la victoria es constante,
ininterrumpida.
2-
La segunda oración es “para vencer”. La
preposición “para” tiene sentido de finalidad, de objetivo, y el verbo “vencer”
es el objetivo de este personaje. Su
objetivo al salir en escena es la victoria.
3-
Podemos resumirlo diciendo: que el jinete “salió
venciendo, está venciendo, y seguirá venciendo”. Este es un personaje de
victoria absoluta.
4-
¿Existe otro personaje en la historia tan
victorioso como Jesús de Nazaret? No hay
nadie más que sea tan victorioso como Jesús.
Veamos algunos pasajes:
a.
Mateo 28:18.
b.
Lucas 10:18.
c.
1Corintios 15:25.
d.
1Corintios 15:54,55: Y cuando esto
corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de
inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la
muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu
victoria?
e.
Filipenses 2:9-11.
f.
Colosenses 2:15.
g.
Hebreos 2:14.
B-
Ap.19:11-21. En este pasaje se identifica
claramente a Jesús con el jinete del caballo blanco. Acá se usa una imagen muy
gráfica para mostrar la victoria aplastante de Jesús sobre todos sus enemigos.
1-
Es fiel y verdadero, y su pelea es correcta porque
se basa en la justicia, V.11.
2-
Su ropa está empapada de la sangre de sus
enemigos, porque los ha destruido, V.13.
3-
Lo respalda un ejército invencible también,
V.14.
4-
Tiene una espada devastadora con la cual
destruye a todos sus enemigos, Vs.15,21.
5-
Su autoridad y poder es absoluto, porque es “Rey
de reyes y Señor de señores”, V.16.
6-
La “Gran Cena de Dios” es la forma en la que se
describe la victoria absoluta del Señor sobre todos sus enemigos, porque los
cadáveres de estos han quedado tendidos en el campo de batalla, y ahora esa
carne en descomposición será devorada por las aves de rapiña y las bestias del
campo. No hay una imagen más gráfica y
rotunda para describir la victoria de Dios sobre satanás por medio de Jesús,
que la de un campo de batalla después de la pelea y con los cadáveres de los
derrotados en el campo.
C-
Destruyó al diablo por medio de la muerte. “Así
que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó
de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo.” He.2:14. RV60.
1.
Los “hijos somos de carne y sangre”, es decir,
débiles, también Jesús se hizo como nosotros, con un cuerpo igual al nuestro,
para que con su naturaleza humana poder enfrentar a satanás, en el mismo
terreno donde él se enfrenta a los hombres y se burla de ellos haciéndolos
pecar.
2.
El arma poderosa que satanás tiene contra
nosotros es el pecado, y cuando somos tentados y pecamos, él nos ha vencido.
Por hacernos pecar, tenemos la muerte como recompensa, porque “la paga del
pecado es la muerte”, Ro.6:23. Vamos a morir porque hemos pecado, y vamos a
morir porque hemos heredado el cuerpo pecaminoso de Adán, Ro.5:12: Por tanto,
como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así
la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
3.
Cuando Jesús se hizo hombre, no pecó jamás. Satanás intentó hacerlo caer en múltiples
ocasiones, pero no lo logró. Satanás no quería que Jesús muriera en la cruz,
porque si lo hacía, sería el primer ser humano a quien no pudo hacer pecar. Cuando Jesús entrega su vida en la cruz con
las palabras “consumado es”, satanás sufre su derrota aplastante, porque él no
hizo morir a Jesús por medio del pecado, Jesús ENTREGÓ SU VIDA, A ÉL NADIE LE
QUITÓ LA VIDA, ÉL LA ENTREGÓ.
4.
En aquella famosa película de Mel Gibson, “La
Pasión de Cristo”, aparece satanás gritando de angustia después que Jesús
entrega su vida. Creo que sin lugar a dudas, esta es la más viva y pura
realidad. ASÍ DEBIÓ SER EL SUFRIMIENTO
DE SATANÁS, DEPUES DE VER MORIR A JESÚS SIN HABER PECADO JAMÁS. Por eso el
escritor dice que “Jesús venció por medio de la muerte al que tenía el imperio
de la muerte”. He.2.14.
II – SOMOS MÁS QUE VENCEDORES
A-
Por medio de Jesús nuestra victoria también es
absoluta sobre cualquier condición de la existencia, Ro.8:33-39.
B-
Estamos sentados con Cristo en los lugares
celestiales, Ef.2:4-6.
1-
Nos dio vida… V.5. literalmente, nos “reanimó”,
básicamente porque estábamos muertos. Son millones de personas en el mundo que
están “enterradas vivas”, llenas de frustraciones, de falta de esperanza,
cargadas de amargura y falta de perdón, con sueños no cumplidos, eso es igual a
estar enterrado vivo. En su misericordia el Señor nos dio vida, nos reanimó por medio de Cristo y por su
amor, V.4. ES IMPORTANTE QUE COMO CRISTIANOS ENTENDAMOS QUE ESTAMOS VIVOS.
2-
JUNTAMENTE… NOS RESUCITÓ… Todos aceptamos la
resurrección de Cristo, hemos visto películas emocionantes sobre tal
hecho. Nos han predicado sobre la
resurrección como el acontecimiento más importante de la historia. Pero cuando
Pablo dice “juntamente”, proclama algo hermoso, “nosotros nos levantamos de la
muerte en compañía de Jesús”. Para usted la resurrección de Jesús puede ser un
hecho trascendente, pero se vuelve más importante cuando nos vemos a nosotros
mismo saliendo de la tumba con el Señor. La resurrección de Cristo se vuelve
algo personal cuando nos vemos a nosotros mismos en ella.
3-
De la misma forma nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo, V.6. nos dio vida, nos resucitó en compañía de Cristo,
y de la misma manera también nos sentó con Cristo en los lugares celestiales.
Cuando nos entregamos al Señor, en ese momento fuimos colocados junto a Jesús,
en un lugar de victoria. Cristo está en
su trono en los lugares celestiales, lo cual quiere decir que tiene poder,
dominio y autoridad sobre todas las huestes invisibles de maldad. ¡NOSOTROS
ESTAMOS SENTADOS A SU LADO CON LA MISMA AUTORIDAD VICOTRIOSA SOBRE TODOS
NUESTROS ENEMIGOS!
C-
Estas verdades deben causar en nosotros un
sentimiento de enorme alegría, satisfacción y confianza. Esta verdad debe
ayudarnos a tener identidad, y al tener identidad de triunfadores, vivir en
victoria permanente.
III – ¡DISFRUTEMOS NUESRTRA
VICTORIA!
A-
Hace un tiempo atrás conversé con una mujer
sobre algunas cosas raras que me contó: dijo que ella luchaba contra satanás,
que en su casa había “una presencia maligna” que la asustaba a ella y a su
familia. Que ella se mantenía en guerra
contra el enemigo, en ayuno, oración, “guerra espiritual”, etc. Me tomó unos
minutos para hacerle una pregunta y explicarle la respuesta: ¿Puede una persona
luchar contra alguien que está muerto? – le pregunté. Me dijo que no. Pues Jesús destruyó, “desbarató” la obra del
diablo.
1-
Satanás está destruido, ¿por qué tiene que
luchar contra él?
2-
¡La victoria de Jesús sobre satanás también es
su victoria!
B-
Cuando tenemos la seguridad de la victoria, no
hay nada que pueda amedrentarnos: ¡Cristo ha vencido! ¡Nosotros hemos vencido
en Cristo al enemigo!
C-
Grabemos en nuestra conciencia esta idea del
apóstol Pablo:
Ustedes, en otro tiempo, estaban
muertos espiritualmente a causa de sus pecados y por no haberse despojado de su
naturaleza pecadora; pero ahora Dios les ha dado vida juntamente con Cristo, en
quien nos ha perdonado todos los pecados. Dios
anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba; lo
eliminó clavándolo en la cruz. Dios despojó de su poder
a los seres espirituales que tienen potencia y autoridad, y por medio de Cristo
los humilló públicamente llevándolos como prisioneros en su desfile victorioso.
Colosenses 2:13-15. DHH.
Conclusión:
1.
Como predicador, tengo el privilegio de viajar a
diferentes lugares y conocer mucha gente en las iglesias. Muchas de ellas, aunque van a la iglesia y
tienen trayectoria en el cristianismo por muchos años, evidentemente no son
felices. Sus ojos denotan tristeza,
dolor, necesidades. Muchas personas se congregan llevando a los cultos una
inmensa carga de dificultades. Es raro,
porque los cristianos deberíamos disfrutar a plenitud de nuestra vida. Es
evidente que estas personas no han entendido sus privilegios espirituales ni lo
bendecidos que están ahora que se entregaron al Señor.
2.
Usted debe retomar su identidad espiritual, como
hijo de Dios y hermano de Jesús. Lo primero que debe aceptar y disfrutar es la
victoria de Jesús sobre satanás y su propia victoria ante el enemigo. Debe
acepta que una vida dichosa le pertenece, y por lo tanto, debe vivirla.
3.
Agradezca a Jesús por su victoria sobre el
enemigo, agradezca porque usted mismo es más que vencedor, y deje de mostrarse
como un “cristiano derrotado”.
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