Ap.6:2; 19:11.21 MÁS QUE VENCEDORES

 

Propósito: Motivar a los oyentes recordándoles que somos más  que vencedores por medio de Cristo Jesús y su victoria

Introducción:

1-    En el año 2009 fui invitado a una reunión de predicadores en San José, Costa Rica. Tomé mi pasaporte, fui a al consulado tico después de pagar en el bando $30 dólares por la visa. Me sellaron el pasaporte para entrar al vecino país, y el día señalado viajé a la Suiza Centroamericana.

Estando en la reunión, escuché la conversación de un grupo de hermanos. Uno de ellos decía que un muchacho que iba en su grupo estaba siendo impedido por un agente de migración para entrar a Costa Rica. El que hablaba le preguntó al agente “si alguien que tenía visa americana no podía entrar libremente en ese país”.  El agente dijo que toda persona con visa americana entraba sin necesidad de visa tica. El hermano tomó el pasaporte del joven y le mostró al agente el lugar en el pasaporte donde el joven tenía su visa gringa.  Caso resuelto, todos siguieron su camino hacia San José.

Cuando yo oí esa historia sentí mucha vergüenza, porque había pagado $30 por la visa tica, pero yo tenía, desde hacía  varios años una visa americana. Por supuesto, no se lo dije a nadie.

¿Qué nos enseña esto? Que dejamos de disfrutar muchos privilegios por desconocerlos. Los privilegios allí están, pero dejan de ser eficaces para nosotros porque no los conocemos. Mientras mejor conozcamos las verdades que rodean nuestra vida, podremos vivir más plenamente, llenos de gozo y alegría, sin limitaciones.

2-    Nosotros somos más que vencedores en Cristo Jesús, Ro.8:37, y por eso podemos vivir en victoria frente al enemigo. Como millones de cristianos desconocen esta verdad, constantemente son derrotados por satanás. Es tiempo de reconocer  esta verdad y hacer  uso de ella para gozar de todos sus beneficios.

3-    Nuestra victoria viene por medio de Jesús.  Veamos cómo lo hizo él, y recordemos que su triunfo es nuestra victoria también.

I – JESÚS EL INVENCIBLE

A-   Ap.6:2 ha sido interpretado de muchas formas.  Se cree que este personaje del caballo blanco representa a muchos personajes. Sin embargo, no hay nadie en la historia del mundo que pueda llenar estas características del primer jinete de Ap.6, sino solo Jesús.

1-    Salió venciendo… esta es la primera de dos oraciones, y la segunda palabra, venciendo, es un adverbio de modo que le da mayor significado al verbo “salió”. El modo en que salió este personaje era en estado victorioso, cuando apareció en escena venía venciendo. Además, esta estructura de oración indica una acción en continuidad, no es una acción realizada y terminada, sino una en progreso: la victoria es constante, ininterrumpida.

2-    La segunda oración es “para vencer”. La preposición “para” tiene sentido de finalidad, de objetivo, y el verbo “vencer” es el objetivo de este personaje.  Su objetivo al salir en escena es la victoria.

3-    Podemos resumirlo diciendo: que el jinete “salió venciendo, está venciendo, y seguirá venciendo”. Este es un personaje de victoria absoluta.

4-    ¿Existe otro personaje en la historia tan victorioso como Jesús de Nazaret?  No hay nadie más que sea tan victorioso como Jesús.  Veamos algunos pasajes:

a.    Mateo 28:18.

b.    Lucas 10:18.

c.     1Corintios 15:25.

d.    1Corintios 15:54,55: Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?

e.    Filipenses 2:9-11.

f.      Colosenses 2:15.

g.    Hebreos 2:14.

B-    Ap.19:11-21. En este pasaje se identifica claramente a Jesús con el jinete del caballo blanco. Acá se usa una imagen muy gráfica para mostrar la victoria aplastante de Jesús sobre todos sus enemigos.

1-    Es fiel y verdadero, y su pelea es correcta porque se basa en la justicia, V.11.

2-    Su ropa está empapada de la sangre de sus enemigos, porque los ha destruido, V.13.

3-    Lo respalda un ejército invencible también, V.14.

4-    Tiene una espada devastadora con la cual destruye a todos sus enemigos, Vs.15,21.

5-    Su autoridad y poder es absoluto, porque es “Rey de reyes y Señor de señores”, V.16.

6-    La “Gran Cena de Dios” es la forma en la que se describe la victoria absoluta del Señor sobre todos sus enemigos, porque los cadáveres de estos han quedado tendidos en el campo de batalla, y ahora esa carne en descomposición será devorada por las aves de rapiña y las bestias del campo.  No hay una imagen más gráfica y rotunda para describir la victoria de Dios sobre satanás por medio de Jesús, que la de un campo de batalla después de la pelea y con los cadáveres de los derrotados en el campo.

C-    Destruyó al diablo por medio de la muerte. “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.” He.2:14. RV60.

1.    Los “hijos somos de carne y sangre”, es decir, débiles, también Jesús se hizo como nosotros, con un cuerpo igual al nuestro, para que con su naturaleza humana poder enfrentar a satanás, en el mismo terreno donde él se enfrenta a los hombres y se burla de ellos haciéndolos pecar.

2.    El arma poderosa que satanás tiene contra nosotros es el pecado, y cuando somos tentados y pecamos, él nos ha vencido. Por hacernos pecar, tenemos la muerte como recompensa, porque “la paga del pecado es la muerte”, Ro.6:23. Vamos a morir porque hemos pecado, y vamos a morir porque hemos heredado el cuerpo pecaminoso de Adán, Ro.5:12: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”

3.    Cuando Jesús se hizo hombre, no pecó jamás.  Satanás intentó hacerlo caer en múltiples ocasiones, pero no lo logró. Satanás no quería que Jesús muriera en la cruz, porque si lo hacía, sería el primer ser humano a quien no pudo hacer pecar.  Cuando Jesús entrega su vida en la cruz con las palabras “consumado es”, satanás sufre su derrota aplastante, porque él no hizo morir a Jesús por medio del pecado, Jesús ENTREGÓ SU VIDA, A ÉL NADIE LE QUITÓ LA VIDA, ÉL LA ENTREGÓ.

4.    En aquella famosa película de Mel Gibson, “La Pasión de Cristo”, aparece satanás gritando de angustia después que Jesús entrega su vida. Creo que sin lugar a dudas, esta es la más viva y pura realidad.  ASÍ DEBIÓ SER EL SUFRIMIENTO DE SATANÁS, DEPUES DE VER MORIR A JESÚS SIN HABER PECADO JAMÁS. Por eso el escritor dice que “Jesús venció por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte”. He.2.14.

II – SOMOS MÁS QUE VENCEDORES

A-   Por medio de Jesús nuestra victoria también es absoluta sobre cualquier condición de la existencia, Ro.8:33-39.

B-    Estamos sentados con Cristo en los lugares celestiales, Ef.2:4-6.

1-    Nos dio vida… V.5. literalmente, nos “reanimó”, básicamente porque estábamos muertos. Son millones de personas en el mundo que están “enterradas vivas”, llenas de frustraciones, de falta de esperanza, cargadas de amargura y falta de perdón, con sueños no cumplidos, eso es igual a estar enterrado vivo. En su misericordia el Señor nos dio vida,  nos reanimó por medio de Cristo y por su amor, V.4. ES IMPORTANTE QUE COMO CRISTIANOS ENTENDAMOS QUE ESTAMOS VIVOS.

2-    JUNTAMENTE… NOS RESUCITÓ… Todos aceptamos la resurrección de Cristo, hemos visto películas emocionantes sobre tal hecho.  Nos han predicado sobre la resurrección como el acontecimiento más importante de la historia. Pero cuando Pablo dice “juntamente”, proclama algo hermoso, “nosotros nos levantamos de la muerte en compañía de Jesús”. Para usted la resurrección de Jesús puede ser un hecho trascendente, pero se vuelve más importante cuando nos vemos a nosotros mismo saliendo de la tumba con el Señor. La resurrección de Cristo se vuelve algo personal cuando nos vemos a nosotros mismos en ella.

3-    De la misma forma nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo, V.6. nos dio vida, nos resucitó en compañía de Cristo, y de la misma manera también nos sentó con Cristo en los lugares celestiales. Cuando nos entregamos al Señor, en ese momento fuimos colocados junto a Jesús, en un lugar de victoria.  Cristo está en su trono en los lugares celestiales, lo cual quiere decir que tiene poder, dominio y autoridad sobre todas las huestes invisibles de maldad. ¡NOSOTROS ESTAMOS SENTADOS A SU LADO CON LA MISMA AUTORIDAD VICOTRIOSA SOBRE TODOS NUESTROS ENEMIGOS!

C-    Estas verdades deben causar en nosotros un sentimiento de enorme alegría, satisfacción y confianza. Esta verdad debe ayudarnos a tener identidad, y al tener identidad de triunfadores, vivir en victoria permanente.

III – ¡DISFRUTEMOS NUESRTRA VICTORIA!

A-   Hace un tiempo atrás conversé con una mujer sobre algunas cosas raras que me contó: dijo que ella luchaba contra satanás, que en su casa había “una presencia maligna” que la asustaba a ella y a su familia.  Que ella se mantenía en guerra contra el enemigo, en ayuno, oración, “guerra espiritual”, etc. Me tomó unos minutos para hacerle una pregunta y explicarle la respuesta: ¿Puede una persona luchar contra alguien que está muerto? – le pregunté.  Me dijo que no.  Pues Jesús destruyó, “desbarató” la obra del diablo.

1-    Satanás está destruido, ¿por qué tiene que luchar contra él?

2-    ¡La victoria de Jesús sobre satanás también es su victoria!

B-    Cuando tenemos la seguridad de la victoria, no hay nada que pueda amedrentarnos: ¡Cristo ha vencido! ¡Nosotros hemos vencido en Cristo al enemigo!

C-    Grabemos en nuestra conciencia esta idea del apóstol Pablo:

 Ustedes, en otro tiempo, estaban muertos espiritualmente a causa de sus pecados y por no haberse despojado de su naturaleza pecadora; pero ahora Dios les ha dado vida juntamente con Cristo, en quien nos ha perdonado todos los pecados.  Dios anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba; lo eliminó clavándolo en la cruz. Dios despojó de su poder a los seres espirituales que tienen potencia y autoridad, y por medio de Cristo los humilló públicamente llevándolos como prisioneros en su desfile victorioso. Colosenses 2:13-15. DHH.

Conclusión:

1.    Como predicador, tengo el privilegio de viajar a diferentes lugares y conocer mucha gente en las iglesias.  Muchas de ellas, aunque van a la iglesia y tienen trayectoria en el cristianismo por muchos años, evidentemente no son felices.  Sus ojos denotan tristeza, dolor, necesidades. Muchas personas se congregan llevando a los cultos una inmensa carga de dificultades.  Es raro, porque los cristianos deberíamos disfrutar a plenitud de nuestra vida. Es evidente que estas personas no han entendido sus privilegios espirituales ni lo bendecidos que están ahora que se entregaron al Señor.

2.    Usted debe retomar su identidad espiritual, como hijo de Dios y hermano de Jesús. Lo primero que debe aceptar y disfrutar es la victoria de Jesús sobre satanás y su propia victoria ante el enemigo. Debe acepta que una vida dichosa le pertenece, y por lo tanto, debe vivirla.

3.    Agradezca a Jesús por su victoria sobre el enemigo, agradezca porque usted mismo es más que vencedor, y deje de mostrarse como un “cristiano derrotado”.

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