1 PEDRO 1:7
PROPÓSITO: instruir a los hermanos a desarrollar la resiliencia en sus vidas,
mediante los consejos de la Palabra de Dios, para su fortalecimiento y
crecimiento como personas.
INTRODUCCIÓN:
1-
La
vida nos pone a prueba, y nos plantea situaciones sumamente duras. Hay
situaciones que nos llevan al límite, y es en esos momentos que comenzamos a
cuestionarnos sobre nuestras fuerzas.
2-
Podemos tener dos reacciones: Darnos por
vencidos y quebrarnos. O asimilar la dureza de la vida, aprender de la
adversidad. Esto segundo es resiliencia.
3-
La
Biblia dice que nosotros no somos de los que retroceden para perdición,
sino de los que tienen fe para preservación del alma. He.10:39. Por eso
hablaremos de la resiliencia como una
virtud que podemos aprender para desarrollar nuestra vida.
DEFINICIÓN
1-
Es la capacidad de hacer frente a las
adversidades de la vida, transformar el dolor en fuerza motora para superarse y
salir fortalecido de ellas. Una persona resiliente comprende que es la
arquitecta de su propia alegría y su propio destino.
2-
Capacidad
de un material de estar bajo presión y volver a su estado normal después de
esta.
3-
Cuando
nos encontramos en circunstancias complicadas, no actuamos con resiliencia
cuando en vez de reflexionar de nuestras pruebas, nos quejamos y
reclamamos. En la biblia podemos
aprender que no solo a los malos les ocurren cosas malas. Cuando vemos el libro de Job, nos encontramos
con un hombre justo, recto temeroso de Dios y apartado del mal, que también
atravesó situaciones complicadas. Entendamos que los buenos también sufren.
4-
Cuando
llegamos al cristianismo no se acaban los problemas, pero sí comienza para
nosotros una nueva actitud para enfrentarnos a las circunstancias.
5-
El sicólogo John Bowlby fue el primero en
usar el término Resiliencia, pero miles de años atrás, ya la Biblia usaba el
concepto y la enseñanza de la Resiliencia como una característica que los hijos
de Dios debían desarrollar.
6-
Lo contrario de la resiliencia es la amargura,
si en vez de aprender de los problemas, nos dejamos abatir por ellos, nos
volvemos amargados y no resilientes.
¿CÓMO SER RESILIENTES?
1.
Nadie nace resiliente, es una cualidad que
podemos aprender y desarrollar. El caso
del gran profeta Elías demuestra que hasta los más fuertes se pueden quebrar en
momentos de adversidad:
Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y
se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová,
quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 1R.19:4.RV60.
La razón de por qué Elías actuaba de esta forma, es porque
se sentía solo: Él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los
ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus
altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me
buscan para quitarme la vida. 1R.19:10, RV60.
2.
Aclaremos algo: ser resiliente no es
incompatible con sentir emociones negativas. Podemos sufrir y sentir emociones
negativas, tales como ansiedad, tristeza, ira y miedo) y aún así ser personas
resilientes. Sin embargo, una persona resiliente no se deja llevar o poseer por
estas emociones negativas, sino que es capaz de controlarlas en los momentos en
los que necesita utilizar sus recursos para ponerle solución a sus problemas.
3.
Cuando no nos damos por vencidos, y continuamos
adelante, somos resilientes.
CARACTERÍSTICAS DEL
RESILIENTE:
1.
Tiene autoconciencias, sabe sus capacidades y
sus limitaciones. Así se pueden trazar metas alcanzables según sus capacidades.
2.
Es creativa, porque sabe aprovechar el dolor
para reconstruir su vida. Las adversidades lo vuelven una obra de arte: Porque
la fe de ustedes es como el oro: su calidad debe ser probada por medio del
fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede
destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá
aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca. 1P.1:7, DHH
3.
Procura aprender siempre de la adversidad.
Asumen la crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y
crecer, porque la Crisis es
igual a oportunidad, dicen los Japoneses. El once de marzo, 2011 un tsunami
destruyó 16 mil vidas. La gente perdió todo, pero en un año, la gente
reconstruyó todo lo que habían perdido. No se quedaron quejándose, llorando,
sino que se levantaron. Convirtieron la
crisis en oportunidad.
4.
Se rodean de personas que pueden ayudarles: Pensemos
en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas
acciones. He.10:24, NTV.
5.
No intentan controlar las situaciones, sino, sus
emociones. “No os afanéis, pues,
diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” Mt.6:31. Caemos
en el estrés cuando intentamos controlar todos los aspectos de nuestra vida.
Centrémonos en controlar nuestras emociones cuando no podemos cambiar nuestra
realidad. Fue lo que le ocurrió a Elías,
llegó impetuoso a querer cambiar la situación de la nación, y terminó
descontrolado, huyendo por el estrés que sentía.
6.
Son flexibles, pueden cambiar de planes si es
necesario, no se cierran al cambio. CUANDO NOS AFERRAMOS A ALGO, HACEMOS LO
CONTRARIO DE LA RESILIENCIA.
7.
ESPERANZA. La persona resiliente sabe que
después de la tormenta viene la calma, mantiene la esperanza puesta en el
futuro. Por eso encontramos las palabras de Job, diciendo:
Yo sé que mi Redentor
vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
26 Y
después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
27 Al
cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Job 19:25-27
8.
BUENA ACTITUD.
Incluso, el resiliente puede hasta sonreír: y la paz de Dios que sobre
pasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo
Jesús, Fil.4:7.
CONCLUSIÓN
Dios nos ha dado la capacidad cerebral para asimilar circunstancias muy
duras, y aprender de ellas.
Las águilas son capaces de prever
una tormenta incluso 24 horas antes que esta llegue. Las águilas captan los
infrasonidos que emiten las tormentas. Así que pueden prepararse para ellas,
mientras otros animales buscan refugio bajo la tormenta.
Así es que cuando las nubes
comienzan a reunirse, las águilas usan los vientos huracanados para elevarse
sobre la tormenta. Con la presión del aire dejan de aletear y descansan sobre
sus alas. Las águilas, no solo evitan el problema, sino que lo usan para su
beneficio.
Tienes que saber de antemano que
vas a sufrir, porque todos sufrimos, buenos y malos, pero sé como el águila, sé
consciente del sufrimiento. Cuando el sufrimiento venga, vuela sobre él,
aprovéchalo, aprende, elévate sobre el huracán de la vida. Aprovecha la corriente del río para fluir con ella.
Y recuerda: sigue adelante, porque “largo camino te resta”, 1R.19:7.
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