2Samuel 23:8-39
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a influencia de una persona sobre otra puede causar un gran impacto, especialmente si la persona
influyente está llena del Señor.
Antes que David fuera rey estaba al frente de unos 400 hombres. Muchos de esos hombres eran parientes suyos,
otros parias y forajidos. Se puede resumir diciendo que eran una turba que se
juntó al futuro rey. La Biblia dice: “Muchos se unieron a David. Unos estaban metidos en algún problema, otros
debían mucho dinero y algunos otros no estaban satisfechos con la vida.
Alrededor de cuatrocientos se unieron a David y él se convirtió en su líder.”
1Sm.22.2.
Esta gente no era nada especial,
sino todo lo contrario, era posiblemente lo peor de aquellos lugares. Pero
cuando se unieron a David, todo en ellos comenzó a cambiar. Conseguir un grupo
de personas “buenas” e influenciarlas para que crezcan y triunfen es difícil,
pero convertir en personas nuevas a hombres malos es prácticamente imposible. Sin
embargo, esto hizo David: ayudó en la conversión de todos estos hombres que lo
seguían. Esto muestra lo que Dios puede hacer en la vida de una persona que
permite su influencia.
Refugio para los rechazados
La descripción de los hombres que
seguían a David es muy gráfica: eran emproblemados, endeudados y personas sin
principios. La única alternativa que
encontraron era refugiarse con David.
Aunque eran eso, David no los rechazó, sino todo lo contrario. Ellos
podían ver en este hombre alguien que los aceptaba como eran. No los rechazó, y posiblemente, esta fue una
de las actitudes que los motivó a ser diferentes, a cambiar.
Una descripción semántica nos puede
ayudar a entender mejor la condición de los seguidores de David:
1. Afligidos: del heb,
matsóc: opresión, angustia de la guerra, persona
oprimida.
2. Endeudados: del
heb, nashá: apremiado por un préstamo, haber prestado a interés, usura.
3. Amargados de espíritu: del
heb, mar: amargura, furioso, colérico, cruel.
Simplemente, estaban cansados de la vida, y
eran sencillamente una sombra de un ser humano. Sus vidas no valían la pena.
Dios tiene la cualidad que tenía
David: “al que viene a mí, yo no le echo fuera.” Jn.6:37. En cierta forma, las
personas menos afortunadas de este mundo son “la mejor materia prima” para un
toque de Dios en sus vidas. El rechazado puede encontrar un lugar al lado de
Dios, y de hecho, esperar que algo maravilloso pase en su vida, si permite que
el toque de Dios le transforme.
Las personas murmuraban del Señor,
diciendo: miren, ha entrado a comer con pecadores. Y el mismo Jesús aseguró:
“no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son
pecadores”. Mt.9:13. Y los fariseos decían literalmente: ¿Por qué su maestro come con semejante
escoria? Mt.9:11, NTV. Pero ni Dios ni Jesús miran al ser humano en su condición
pecadora. Lo ven como un valioso ser que puede transformarse en un verdadero
milagro de renovación. Dios no rechaza a los pecadores. Muchos de nosotros éramos eso y más.
Lo que el
toque de Dios puede hacer
Las Escrituras nos hacen ver que estos hombres fueron motivados hacia
la grandeza por las cualidades personales de su líder. David los inspiró para
que hicieran cosas más allá de sus metas y conocieran su verdadero potencial.
La aceptación los ayudó a llegar muy alto. David fue eficaz en su trato con los
demás porque era plenamente consciente que quien guiaba su vida era el Dios
Todopoderoso. Fue un buen líder cuando siguió a su Líder. Así que, a través de
David, Dios fue transformando la vida de todos esos hombres.
Ellos se dieron cuenta que podían cambiar sus vidas y alcanzar
estándares elevados. Así que encontraron una razón para comenzar a vivir
plenamente y disfrutar, y lo hicieron. Después de ser descritos como parias,
con el paso del tiempo fueron reconocidos como “héroes”.
Cuando se juntaron a David, comenzaron a ver que ellos también tenían
cualidades y mucho potencial. Así que se dedicaron a cultivar lo que tenían. Una
evidencia clara de que una persona se ha convertido es el desarrollo de sus
cualidades. Cuando Dios transforma, también permite que las personas se sientan
realizadas, dándoles la oportunidad de desarrollar su potencial. Así estas
mismas personas demuestran que han permitido el toque de Dios en sus vidas.
En muchas ocasiones la Biblia narra cómo estos hombres, a pesar de ser
menores en número que sus enemigos, lograron triunfar sobre ellos, ya que eran
muy valientes. Llevaron sus capacidades al máximo nivel. Se convirtieron en
“héroes” los que en un tiempo fueron “parias”. Segundo de Samuel 23 describe
sus hazañas, y pormenoriza a los individuos: menciona a los tres valientes de
entre los treinta valientes, de entre los 400.
¿Cuál fue la
principal característica de estos hombres?
Su lealtad a David. En una
ocasión, tres de ellos arriesgaron sus vidas para dar agua del pozo de Belén a
David, 2S.23:15-17. Por David estaban dispuestos a todo. Así que su transformación tenía
característica de lealtad.
Esto nos hace pensar que mientras más fieles le seamos al Señor,
mayores son nuestras posibilidades de recibir un gran milagro del cielo para
nuestra vida.
Dios puede
hacer algo por ti
Dios nos acepta tal como somos, y tiene un gran proyecto para nuestras
vidas: quiere convertirnos en héroes. Cuando él nos ve, no ve lo que somos,
sino lo que podemos ser. Si le somos leales, seamos lo que seamos ahora, hará
de nosotros, gente sencilla, común y corriente, grandes personas. Dios puede volver lo común algo
extraordinario.
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