Ap.7:15-17
Propósito: Demostrar el cuido eterno de Jesús como pastor, posición que logró
porque primero fue cordero.
Introducción:
1-
Erlyng Cubas fue un niño que sirvió
como inspiración para el boxeador nicaragüense Rosendo Álvarez para iniciar la
fundación que lleva el nombre de Erlyng.
Éste niño padecía de cáncer y murió a los once años de edad, víctima de
la letal enfermedad. A partir de su
muerte, muchos corazones fueron inspirados; pero también su muerte provocó gran
dolor en una buena cantidad de personas de nuestra nación.
2-
¿Se acabará algún día el dolor y el
llanto? ¿Dejarán los hombres de sufrir por la muerte, el hambre, la escasez?
¿Dejará algún día de llorar la humanidad?
La Biblia
dice que si. Ap.21:4: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y
ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las
primeras cosas ya pasaron». RV95
3-
La
Biblia también menciona la forma en la que esto será
posible: Ya no tendrán hambre ni sed, y
el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno, porque el Cordero que está en
medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios
enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. Ap.7:17 RV95
Jesucristo es el que tiene el poder de
convertir nuestra existencia en una vida plena, y pastorearnos hasta la
eternidad, protegidos y sustentados con todo tipo de bendiciones.
4-
En las Escrituras Cristo se presenta en muchas
formas, dos de esas formas es como Pastor, pero la primera de ellas es como
Cordero. Lo que hizo posible que él se convirtiera en el pastor eterno, es que
primero fue el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
I- EL
CORDERO HA VENIDO AL MUNDO
A-A las orillas del río Jordán, por
el año 26 d.C., se oyó la voz de un predicador decir: “He aquí, El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Juan
1:29. Muchas personas iban a Juan el bautista esperando escuchar palabras de
consuelo a su triste situación. Allí por primera vez oyeron las palabras que
solucionan todos los problemas de los hombres. Palabras que eran la respuesta
de Dios a la humanidad: “He aquí el
Cordero de Dios”.
B-La generación en la cual vivió
Jesús había pecado, tal como lo hemos hecho nosotros. Cuando se les pregunta a
las personas si han pecado, dudan en responder porque generalmente relacionan el
pecado con conductas inmorales y reprochables. Pero para Dios no es así. Dios dice que el que sabe hacer lo bueno y no
lo hace le es pecado, Stg.4:17. Una falta pequeña, así como grande, son
igualmente pecados delante de Dios.
C-
Todavía recuerdo las palabras de la mujer que nos
enseñaba en la catequesis. Decía que Cristo había muerto por culpa nuestra. En mi
mente de niño nunca supe por qué yo era culpable de esa muerte “si
yo, pensaba, ni siquiera había nacido”. Pero ahora comprendo que la muerte
del cordero tuvo lugar por salvarnos a nosotros. Cristo murió por nuestra
causa. Él es el sacrificio por nuestros pecados.
D-
El día de Pentecostés el apóstol Pedro predicó
ardientemente el evangelio; él dijo de la siguiente forma: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de
Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha hecho
Señor y Cristo”. El Señor fue crucificado por nuestras culpas.
E-La
Expresión , “El Cordero de Dios”, es una
expresión que sólo aparece dos veces en la Escritura , Juan
1:29,36. Pero es suficiente para hacernos entender el deseo
que Dios tiene de salvarnos, de redimirnos de nuestros pecados por medio del
Cordero que él delegó para el sacrificio.
F- La Biblia describe
al hombre como una oveja que se ha descarriado: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”… Is.53:6. Un famoso predicador contó
cómo en una ocasión, después de ver la rebeldía frecuente de sus hijos, decidió
mostrarles un ejemplo de expiación: Los llamó a su habitación, sacó su
cinturón, se puso de rodillas y les dijo a los pequeños, tomen este cinturón y
castíguenme. Ante la mirada atónita de
sus hijos, el hombre continuó, y les dijo: “Háganlo”. Los niños con el cinturón en la mano miraban
el cinturón y miraban a su padre y decían: “No podemos hacerlo”. El padre insistió y les dijo: “Háganlo,
porque alguien tiene que pagar por lo que ustedes han hecho”. Los niños dijeron: Papá, no. Te prometemos no
volver a hacerlo. Efectivamente, la
conducta de los niños cambió a partir de aquella ocasión en la que el padre les
dio un ejemplo de expiación. Eso mismo
ha hecho Cristo, todos nosotros nos descarriamos, pero él llevó sobre sí el
castigo de nuestros pecados.
II- EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO
A-Jesucristo es el Pastor eterno de
las ovejas, pero antes de ser pastor tuvo que ser cordero. Se constituyó en el
Pastor eterno por su sacrificio como cordero
de Dios. He.13:20.
B-Dios
Escogió al cordero para el sacrificio por el pecado, Lv.4:32-35: “Si trae un cordero como su ofrenda por el pecado,
deberá ser una hembra sin defecto. Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda
de expiación y la degollará como expiación en el lugar donde se degüella el
holocausto. Después tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la
expiación, la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto y derramará el
resto de la sangre al pie del altar. Le quitará toda su grasa, como le fue
quitada la grasa al sacrificio de paz, y el sacerdote la hará arder en el altar
sobre la ofrenda quemada a Jehová. Así hará el sacerdote expiación por el
pecado que haya cometido, y será perdonado”.
C-
Eso fue lo
que Jesús hizo: Un sacrificio como cordero para la expiación de nuestros
pecados: Y cantaban un cántico nuevo,
diciendo: «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje, lengua,
pueblo y nación; nos has hecho para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra». Ap.5:9,10. Venga hoy, imponga sus
manos en la cabeza del cordero de Dios y todos sus pecados le serán perdonados aunque
estos sean malos y profundos.
D-
Cuando los israelitas iban a ser liberados de
Egipto, Dios les ordenó que sacrificarán un cordero para ser redimidos de la
muerte, Ex.12. Con la sangre del cordero debían rociar las puertas de
cada casa israelita, así, cuando el ángel de la muerte pasara por sus casas serían
protegidos de éste por la señal de la sangre.
Un día, el día del juicio, el ángel destructor volverá para aniquilar a
todos los desobedientes; pero perdonará a aquellos que estén marcados con la
sangre del Señor de la vida eterna. “Ellos
lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, que menospreciaron sus vidas hasta la muerte”. Ap.12:11.
E-La cruz del monte calvario fue el
altar donde el cordero fue sacrificado. Este día le invito a abrazar esa cruz,
y ser bañado con la sangre del sacrificio. Ahora Cristo es cordero, inmolado en
la cruz, Ap.5:6: “Miré, y vi que en medio
del trono y de los cuatro seres vivientes y en medio de los ancianos estaba en
pie un Cordero como inmolado”. Su obra terrenal fue la obra redentora. Su
obra eterna será de pastorear a todos aquellos que acepten entrar al redil inmortal.
III- EL
PASTOR ETERNO
A- El Señor,
que primero fue cordero, en la eternidad pasará a ser el pastor de todos los redimidos por su
sangre. Ap.7:16 “Ya no tendrán hambre ni
sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno, porque el Cordero que
está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y
Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”. El Cordero aparece como
Pastor, y cuidará con ternura a todos los que tendrá en su redil porque los
compró con su sangre.
B- Juan
Antonio Monroy contó la historia del niño que construyó un barquito, al cual
llegó a amar enormemente. Un día,
jugando con el barquito en un riachuelo, el niño perdió el barquito. Se fue triste y desconsolado a su casa porque
no puedo recuperarlo. Tiempo después,
pasando por una tienda, el niño miró su barquito en un estante, y le dijo al
dependiente de la tienda: “Señor, quiero que me dé ese barquito, es mío porque
yo lo construí”. Alguien vino y me lo vendió, dijo el dueño de la tienda, y yo
lo he puesto en venta. si lo
quieres, tienes que pagar por él. El niño se fue y ahorró todo lo que pudo por
algún tiempo. Cuando consideró que había
recogido lo suficiente para comprar el barquito, fue a la tienda y lo
compró. Cuando salió de la tienda dijo
al barquito: “Ahora eres doblemente mío, porque yo te hice, y yo te
compré”. Eso es lo que Cristo ha hecho: “Él nos ha creado, pero también él nos
ha comprado con su sangre redentora”. Por eso él nos pastoreará eternamente con
ternura y amor.
C- ¿Cómo
seremos pastoreados por el cordero de Dios?
1- Suplirá todas las necesidades: No habrá hambre
ni sed. Ap.7:17.
2- Los rudos embates de la naturaleza no sobrecogerán a los redimidos: El
sol no caerá sobre ellos. Esto es un
símbolo muy particular, extraído de la vida cotidiana de personas que tenían
que verse expuestas a altas temperaturas por el inclemente sol que abate sus
regiones. Ap.7:16.
3-Habrá guía por parte del cordero hacia los suyos: porque el Cordero que está en medio del
trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas… Ap.7:17.
4- Este tipo
de pastoreo eliminará completamente y para siempre la muerte sobre todos
aquellos que gocen la vida. Ap.21:3,4.
D- Esto nos
recuerda el hermoso salmo 23, donde se describe el cuido de Dios sobre su
pueblo, representado como ovejas dirigidas, cuidadas y alimentadas por el
pastor bueno e inmortal.
Conclusión:
1-
“Vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al
Pastor y Obispo de vuestras almas. 1P.2:25. Permita que Jesús pastoree su alma.
2- Este día
le invito a ser parte del redil que en la eternidad cantará: “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus
sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios,
de todo linaje, lengua, pueblo y nación; nos has hecho para nuestro Dios un
reino y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”. Ap.5:9,10.
3- Le invito a
entrar hoy, por medio de la sangre del cordero,
al tabernáculo de Dios, donde Dios está ahora con los hombres. “Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y
Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los
ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni
dolor, porque las primeras cosas ya pasaron”. Ap.21:3,4.
De mi libro "EL ESPLENDOR DEL EVANGELIO", Disponible en amazon:
https://n9.cl/9my1
De mi libro "EL ESPLENDOR DEL EVANGELIO", Disponible en amazon:
https://n9.cl/9my1
Comentarios