INTRODUCCIÓN:
La mayoría de
personas vivimos desafiando la voluntad de Dios, con o sin conocimiento. La
falta de conocimiento y de conciencia sobre el pecado, nos vuelve insensibles
en cuanto a su práctica y sus consecuencias. El profeta Nahúm dijo: Jehová es
tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable.
Nah.1:3. Esta advertencia del profeta debe ser suficiente para que examinemos
nuestras conductas y actuemos con
arrepentimiento genuino, para que el perdón nos absuelva de las consecuencias.
I- ¿QUÉ ES EL PECADO?
A- Todo
aquello que es contrario a la personalidad, normas, caminos y voluntad de Dios,
o que perjudica la relación de una persona con Él. Se puede pecar por
palabras (Job 2:10; Sl 39:1), hechos (por acción [Le 20:20; 2Co
12:21] u omisión [Nú 9:13; Snt 4:17]), o por actitudes impropias de la
mente o el corazón (Pr 21:4; compárese también con Ro 3:9-18; 2Pe 2:12-15).
La mente y el corazón son inclinados al
pecado.
B- Las
raíces de la palabra pecado, tanto en hebreo como en griego, sugieren la idea
de errar, apartarse del camino o no alcanzar una meta. En este sentido, pecar sería “fallar
en cumplir la voluntad de Dios”.
Entonces, el hombre natural nunca puede complacer a Dios con sus
actitudes y pensamientos.
C- Una
cosa que ha de quedarnos bien clara es que todo pecado “es un acto que se comete contra Dios de forma directa”, Sal.51:4.
II- ¿CÓMO INICIÓ EL PECADO?
El pecado de
Adán fue haber desobedecido la voluntad de Dios, quien era su Señor, así, por
su desobediencia, dejó de ser siervo de Dios, y se convirtió en esclavo del
pecado, pues fue al pecado a quien él obedeció. Pablo dice: “Ustedes saben muy bien que si se entregan
como esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son esclavos de ese amo a
quien obedecen. Y esto es así, tanto si obedecen al pecado, lo cual lleva a la
muerte, como si obedecen a Dios para vivir en la justicia.” Ro.6:16. Entonces, Adán se convirtió
en esclavo del pecado por obedecerlo, y nosotros hemos sido esclavos del pecado
porque somos hijos de un esclavo, Adán, nacimos, por decirlo así, en casa de
servidumbre. Además, nosotros mismos hemos pecado, Ro.5:18; 1Cor.15:45.
III- ¿QUIÉNES HAN PECADO?
A- Pablo
dice que todos hemos errado el objetivo de cumplir con la voluntad de Dios,
Ro.3:23. Cuando pregunto a las personas si han pecado, ellas relacionan el
pecado con conductas abiertamente aberrantes, como matar, robar, violar u otras
cosas por el estilo. Sin embargo, hasta las personas más buenas que podamos
conocer, sin Jesús, están expuestas al pecado. La Biblia asegura que desde
joven el ser humano es inclinado al mal, Gn.6:5.
B- Las
personas no llegan a comprender el concepto amplio del pecado, pues pecan sin
ser conscientes de ello. En este caso, cuando hay inconciencia de pecado, esto
indica que el pecado se ha automatizado en la vida de la persona, es decir, lo
hace sin siquiera pensarlo.
IV- ¿CUÁNTAS FORMAS DE PECADO
HAY?
A- El
pecado que se comete conscientemente., o voluntario, He.10:26,27. Este pecado
rebasa el alcance del sacrificio de Cristo, para este no hay perdón, a menos
que haya verdadero arrepentimiento.
B- El
pecado por ignorancia, Lv.5:17,18, en cuyo caso, siempre hay responsabilidad de
parte del hechor. Hay personas que suelen decir “yo estoy bien con el Señor”,
sin embargo, el hecho que una persona ignore sus pecados no le exime de responsabilidades. En derecho hay una
disposición que también se aplica en la Biblia: nadie puede alegar
desconocimiento de la ley. Tal vez no hay peor cosa que creer que se está bien
ante el Señor y ser culpable en su presencia.
C- Las
intenciones son clasificadas como pecado, porque ellas son el origen del
pecado. Cualquier acto malo, o bueno, inicia con una intención,
Mt.5:21,22,27,28; Mr.7:21. Jesús previene sobre la intención de mentir como una
falta grave, Mt.5:33-37, y advierte sobre el odio como la intención para
iniciar un asesinato, Mt.5:43ss.
Posiblemente
la mayoría de nosotros hemos vivido en cualquiera de las tres formas de pecados
mencionadas, en ese caso, debo recordarle que cualquiera de ellas trae
consecuencias consigo.
V- ¿SOMOS CULPABLES O NO A PESAR DE DESCONOCER O
JUSTIFICAR EL PECADO?
Aunque una
persona no sepa que está pecando, es culpable, y aunque trate de justificar su
conducta, siempre será responsable ante Dios, Nah.1:3. Aunque las personas
justifiquen el mal que hacen, eso no las hace inocentes ante el Señor.
VI- ¿ES PECADOR EL CRISTIANO?
A- No.
La Biblia lo aclara al decir: “Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan
por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el
maligno no puede tocarlos.” 1Jn.5:18. Aunque están en el cristianismo, muchas
personas acostumbran decir “somos pecadores”, pero este versículo de 1Jn. nos
aclara que el hijo de Dios ya no puede tener un estilo de vida dominado por el
pecado.
B-
Al haber creído en Cristo, el cristiano ha sido
completamente liberado de la vida de pecado, Jn.8:36. Ya no está sujeto a esa
naturaleza. Sin embargo, esto no quiere decir que nunca más volverá a pecar. En
ese caso, tiene una forma de ser perdonado por sus faltas, 1Jn.2:1.
VII- ¿POR QUÉ PECA EL CRISTIANO?
A- Por
ignorancia. La falta de relación con la
Palabra de Dios, mantiene al hombre sumido en el desconocimiento de lo bueno y
lo malo. Como no conoce la voluntad de Dios, peca por aquí, peca por allá. Salmos
119.11 "He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra
ti." NTV.
B- Porque
no tiene temor de Dios. Cuando Abraham llegó a Guerar, se dio cuenta que la
gente vivía desenfrenadamente porque no había temor de Dios en ellos, Gn.20:11.
C- Porque
el pecado se ha apoderado de su carácter, y simplemente, no lo distingue. En
este caso, se ha vuelto una conducta automática, la cual ni siquiera requiere
ser pensada, simplemente se hace.
D- Porque
está sordo a la voz del Espíritu Santo, Jn.16:8,9.
VIII- EL JUICIO CONTRA EL PECADO
INICIA CUANDO ESTE TERMINA.
A- Un
hombre tan primitivo como Abimelec, rey de Guerar, era plenamente consciente de
la gravedad del pecado y la consecuencia de este, Gn.26:10. Abimelc sabía que
al tomar mujer ajena estaría cometiendo una falta muy grave ante Dios y que se
hacía merecedor del castigo del Señor. Una vez realizado el acto pecaminoso, el
juicio de Dios comienza en la vida del transgresor, a menos que haya
arrepentimiento. Y aunque el perdón se da cuando existe verdadero arrepentimiento,
también es cierto que hay consecuencias que persiguen al hombre para siempre,
el caso del Rey David es un ejemplo de esto.
B- Las
consecuencias del pecado no desaparecen, pero sí la responsabilidad por ellos.
Hay un principio que dice que todo lo que el hombre siembra, eso cosecha,
Gá.6:7. Si usted está atravesando por
una situación dolorosa, sería bueno revisar sus acciones pasadas, pues allí
puede estar la razón de su sufrimiento.
IX- PODEMOS VENCER EL PECADO
A-
Dios le dijo a Caín que el ser humano es
capaz de dominar el pecado, Gn.4:7. Esto nos incluye a nosotros.
B-
Somos total y completamente libres, Jn.8:36,
de toda opresión pecaminosa. Si
comprendemos la libertad recibida, tendremos una vida dirigida grandemente a la
santidad.
C-
Debemos confiar plenamente en la obra del
Señor Jesús. Él apareció para destruir las obras del diablo, He.2.14.
CONCLUSIÓN:
Resuelva vivir en santidad, y
mantener así una relación muy íntima con Dios, libre de las consecuencias del
pecado
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