Salmo 37:4.
Introducción:
- 1. ¿Cuál es el amor más profundo que el ser humano puede sentir?
- 2. El amor a Dios debe superar cualquier sentimiento de nuestro corazón. Él quiere ser nuestra gran prioridad. Dt.6:5: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
I- DESDE LA ANTIGÜEDAD DIOS HA BUSCADO SER EL CENTRO DE NUESTRO AMOR.
- A- Jesús considera este mandamiento como el primero y más importante de todos (Mt 22.37; Mc 12.30; Lc 10.27). Con todo tu corazón... tus fuerzas:
- B- El Deuteronomio no asocia esta expresión únicamente al verbo amar (cf. 10.12; 30.6), sino también a los verbos buscar (4.29), obedecer (30.10), volver al Señor (30.2) y cumplir los mandamientos (26.16).
- C- Estos verbos especifican las formas que debe asumir el amor al Señor, en respuesta al amor que él manifestó primero. 1 Jn 4.10.
II- ¿QUE IMPIDE AL SER HUMANO AMAR A DIOS CON PROFUNDIDAD? Jn.3:19.
- A- Las tinieblas es un símbolo del pecado y los malos hábitos. Las personas no quieren renunciar a sus malos hábitos, así que estos les impiden amar a Dios.
- B- Las prioridades de la vida nos roban el amor de Dios, MT.6:33.
III- HAY UNA GRAN RECOMPENSA EN EL AMOR A DIOS. Sal.37:4.
- A- Ama al Señor con ternura… Dios ha de ser lo más precioso para nosotros. La ternura es la cualidad de delicadeza, afecto, cariño y amabilidad.
- B- Y Él cumplirá tus deseos más profundos. La complacencia que Dios encuentra en nuestro amor es tan grande, que fácilmente él cumple todos nuestros deseos.
Conclusión:
- 1. Dt.6:5 Ama al Señor tu Dios: Este amor es mucho más que un mero sentimiento o una emoción interior. Así como el Señor manifestó su amor a Israel liberándolo de la esclavitud en Egipto (Dt 4.37; 7.8), así también Israel debe manifestar su amor a Dios mediante la obediencia a los mandamientos (Dt 11.1, 13, 22).
- 2. Que nada nos aleje del amor a Dios.
- 3. ¿Ha cumplido el Señor los deseos de tu corazón?
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