“OBEDECER HOY, SER BIENAVENTURADO SIEMPRE”


 En este bosquejo de sermón finalizamos con un análisis de cómo aplicamos las estrategias de enseñanza aprendizaje propuestas por las neurociencias. Ideas básicas para mensajes poderosos. Al mismo tiempo, compartimos un enlace al video de la exposición de este sermón. 

“OBEDECER HOY, SER BIENAVENTURADO SIEMPRE”

Lucas 11:28

Propósito: Mostrar la dicha de obedecer a Dios, motivando al oyente a vivir en urgente obediencia, para alcanzar una vida plena.

Introducción:

1-     Hoy quiero decirle la razón de por qué usted no es feliz.

2-     Quiero decirle también que El Señor quiere que usted se un “Macario” (μακάριος) Jesús declaró: “Dichosos los que escuchan la Palabra y la obedecen” (Lc.11:28).

3-     Hoy presentaré la receta que ofrece el Señor para alcanzar la máxima felicidad. Será su decisión vivir plenamente o seguir viviendo como hasta hoy.

I – SER BIENAVENTURADO AL OBEDECER

A – Bienaventuranza:

  1. Del hebreo אַשְׁרֵי (ashrei), participio del verbo אָשַׁר (ashar): “estar recto, prosperar, tener éxito”. En el AT se usa para expresar la bendición de Dios sobre quien vive conforme a su voluntad, la felicidad que brota de la comunión con Él.
  2. Del griego μακάριος (makarios): “ser dichoso, afortunado, favorecido por Dios”. En el NT denota la felicidad suprema que proviene de la gracia divina al obedecer la enseñanza de Cristo.
  3. El secreto de una vida feliz está en la obediencia. Algunas veces obedecer nos parece fastidioso y difícil. Pero los mandamientos que Dios nos da es precisamente el modelo de vida apropiado para alcanzar esa felicidad que menciona la escritura.
  4. Obedecer no es una carga, es la llave de la dicha. Obedecer no es renunciar a la alegría, es descubrirla. Obedecer no es perder, es empezar a vivir plenamente.

B – En mi último viaje a Honduras, mi amigo Marvin me dijo algo que me impresionó: en diez años seré millonario. Me dijo cómo quería lograrlo: con bienes raíces. Me contó todo su plan y creo que lo logrará en menos tiempo. Marvin fue mi alumno en 2014, y poco a poco he visto como de alumno, se convirtió en presidente del instituto donde estudió. Él ha sido el mejor director de esa escuela, y estando en sus manos, ese lugar ha prosperado como nunca antes y sigue prosperando. Marvin es un hombre muy temeroso de Dios. Su prosperidad, sin duda alguna, se debe a su obediencia. 

C – Obedecer es como quitarse una mochila pesada. Es como salir de un cuarto oscuro y ver la luz. Es como dormir profundamente después de una larga noche de insomnio. Así se siente el alma cuando hace lo que Dios manda. Por tanto, revisa ese mandamiento que te has negado a obedecer y resuelve practicarlo.

II – JESÚS Y MARÍA, OBEDIENCIA SIN LÍMITES

A – Cuando leemos el evangelio de Juan, podemos notar que, para Jesús, obedecer no era negociable, y que él tenía una urgencia por cumplir con la voluntad de Dios: 

1- su “comida” es hacer la voluntad del Padre (4:34),

2 – habla y obra sólo según lo recibido (5:19; 6:38)

3- transmite con celo urgente cada palabra que le es dada (12:49‑50; 14:31)

4-     Jesús dijo: "El Padre y yo somos uno solo". Jn. 10:30. En el contexto del evangelio, podemos notar que Jesús ansiaba hacer la voluntad de Dios. Lo que el Padre quería lo quería su Hijo Jesús. Cuando dos personas desean lo mismo, aunque son dos, en realidad son una, porque las mueve el mismo propósito. Jesús era uno con su Padre porque la voluntad de su Padre era también su voluntad.  La misma voluntad era lo que lo hacía uno con Dios. De igual forma tú debes hacerte uno con Dios, por el deseo de hacer su voluntad. Si no eres uno con Dios, entonces estás fuera de él, apartado de él. 

Haz una pausa y pregúntate: ¿realmente deseo lo que Dios desea? ¿Estoy tan alineado a su voluntad como para ser uno con Él?

B – María, fue llamada bienaventurada por creer y obedecer sin reservas (Lc. 1:45). El mundo la reconoce por su virginidad, pero es su obediencia lo que el evangelio destaca antes que cualquier otra cualidad.  

1-     Un día Margarita me contó una anécdota. Ella era ayudante de cocina de su mamá, y estaban trabajando en un restaurante.  Un día su mamá tuvo un desacuerdo con el dueño, una discusión.  Margarita escuchaba la discusión, pero seguía trabajando. Sus manos no paraban. De pronto, vio que su mamá dijo "no más, quédese con su trabajo", y simplemente vio a su hija, y Margarita, sin preguntar nada, al ver el gesto de su mamá, se quitó el delantal, lo puso en la mesa, y siguió a su madre. No preguntó. No argumentó. Obedeció. Ese tipo de obediencia callada, decidida, absoluta... es la que transforma destinos.

2-     Queridos hermanos, María obedeció el mandato de Dios sin preguntar nada, sin poner pretextos, simplemente dijo: “—Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho". Lc. 1:38, DHH.

3 – Yo veo muy claro que tú te has negado a obedecer al Señor, has negociado con su Palabra, o lo que es peor, la has ignorado, y al negarte a obedecer, ya no eres uno con el Señor, sino que te has apartado de su presencia. Toma la decisión de no poner pretextos a la Palabra de Dios, y tal como María, di: "Que se haga en mí todo lo que el Señor ordene", si es que quieres prosperar.

III – URGENCIA DE OBEDECER LA PALABRA

A – Obedecer al primer llamado impide el endurecimiento del corazón. Lo que convirtió a Pablo en el gran apóstol que ahora conocemos, es que cuando fue derribado sencillamente se rindió ante la voz del Señor, diciendo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?”

B – Un bombero actúa al instante ante la alarma para salvar vidas, si no reacciona, podrían morir personas y perderse muchas cosas de valor. La obediencia es igual a estar en nuestra casa, y escuchar que alguien dice, "La casa se quema". Ante ese aviso no nos quedamos inmóviles, tomamos acción de inmediato.  TE AVISO ALGO: LA DESOBEDIENCIA ESTÁ INCENDIANDO TU CASA Y NO ESTÁS HACIENDO NADA. ¿Cuántas advertencias más necesitas para actuar?

IV – GRANDES BENDICIONES DE OBEDECER LA PALABRA

  1. Paz interior y gozo genuino (Sal.119:165). “Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar.” NVI.
  2. Dirección y sabiduría divina en cada paso (Sal.32:8). “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.” RV60.
  3. Prosperidad espiritual y crecimiento en madurez (Jos.1:8).  “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” RV60.

D.       Favor y protección del Señor (Sal.5:12). “Pues tú bendices a los justos, oh Señor;
    los rodeas con tu escudo de amor.” NTV.

E.  La obediencia te rodea como escudo, te guía como faro, te bendice como lluvia en sequía. ¿No quieres vivir así?

CONCLUSIÓN

1.  El 10 de marzo de 1974, casi 30 años después de terminada la Segunda Guerra Mundial, el teniente Hiroo Onoda entregó finalmente su oxidada espada, y se convirtió en el último soldado japonés en rendirse.

Onoda había sido enviado a la isla tropical de Lubang, en las Filipinas, en 1944, con órdenes de conducir una defensa militar e impedir el ataque enemigo a la isla. Cuando la guerra terminó, Onoda se negó a creer los mensajes que anunciaban la rendición de Japón.

Durante 29 años, mucho después de la rendición o muerte de sus compañeros, Onoda continuaba defendiendo el territorio de la isla para el derrotado ejército japonés. Se ocultó en la selva, robando alimentos y suministros a los ciudadanos locales, evadiendo un equipo de búsqueda tras otro, y matando al menos 30 personas. Se gastaron cientos de miles de dólares tratando de localizar al guerrero solitario para convencerlo que la guerra había terminado.

Se dejaron caer en la selva folletos, periódicos, fotografías y cartas de amigos; se hicieron anuncios por altoparlantes suplicando a Onoda que se rindiera, pero él, seguía negándose a abandonar su pelea. En el esfuerzo se desplegaron unos 13.000 hombres antes de que Onoda finalmente recibiera una orden personal de su antiguo comandante y fuera persuadido a abandonar la inútil y solitaria guerra que había librado durante tantos años. 

En su autobiografía titulada “No me rindo: Mi guerra de 30 años”, escribió:  Me sentí como un tonto... ¿Qué había estado haciendo todos esos años?... Por primera vez entendí de verdad... aquel era el final. Tiré del cerrojo del fusil y saqué las balas... Me quité de encima la mochila que siempre había llevado conmigo y puse el arma sobre ella. La guerra finalmente había terminado.

Podemos decir que la historia de Hiroo Onoda, también es nuestra historia personal. Somos rebeldes por naturaleza y siempre queremos hacer nuestra voluntad. Lamentablemente, nos negamos a hacer cambios en aquellas áreas en que somos débiles porque el cambio duele, y por supuesto, no podemos ser felices a plenitud. El mal carácter, la vanidad, el orgullo, la codicia, la lascivia y perversión son parte de los pertrechos que debemos entregar.  Solo una rendición total de nuestra voluntad puede traernos el cambio que necesitamos para triunfar.

2.   “No salgas de este lugar con tu fusil al hombro. La guerra ha terminado. Obedece, ríndete y empieza a vivir de verdad.”

3.   Te invito a identificar ese mandamiento al cual te has resistido, sal de este lugar con la decisión de ponerlo en práctica, primero por amor al Señor, y luego, pensando en la felicidad que esto te traerá. 

4.   Demuestra que amas al Señor, y vive en obediencia para caminar en el favor divino y evitar las graves consecuencias de la desobediencia.

 


CARACTERÍSTICAS NEUROHOMILÉTICAS PRESENTES EN EL BOSQUEJO

  1. Inicio disruptivo y emocionalmente provocador

Captura la atención desde la primera frase con una confrontación directa al oyente sobre su felicidad.

  1. Activación multisensorial mediante metáforas vívidas

Usa imágenes como mochila pesada, cuarto oscuro, fuego en casa, escudo de amor, que estimulan áreas sensoriales del cerebro.

  1. Uso de historias personales y narrativas significativas

Relatos de Marvin, Margarita y Onoda apelan al sistema límbico, provocando empatía, identificación y memoria emocional.

  1. Lenguaje directo y emocionalmente cargado

Frases como “La desobediencia está incendiando tu casa” generan alerta y movilización interior.

  1. Pausas reflexivas estratégicas

Incluye interrupciones conscientes con preguntas introspectivas para promover procesamiento profundo y participación mental activa.

  1. Construcción progresiva del mensaje con ritmo emocional creciente

Pasa de explicación doctrinal a ilustración emocional y finalmente a aplicación intensa y confrontadora.

  1. Repetición y paralelismo como refuerzos de memoria

Reitera: Obedecer no es... es..., reforzando patrones de retención neuronal (principio de repetición de Medina).

  1. Uso de analogías con urgencia vital (ej. bombero, incendio)

Aumenta la atención activando el sistema de alerta y los circuitos de toma de decisión rápida.

  1. Aplicación inmediata y concreta del mensaje

Se exhorta al oyente a obedecer hoy, a identificar un mandamiento específico y tomar acción clara.

  1. Conexión entre emoción, decisión y espiritualidad

Se moviliza el compromiso no solo a través del deber, sino mediante deseo, gozo y alineación con la voluntad divina.

  1. Cierre impactante con carga narrativa profunda

La historia de Onoda crea una huella emocional que perdura, lo que favorece la consolidación de la enseñanza.

  1. Lenguaje figurativo que modela cambios de conducta

Metáforas como “tirar el fusil” o “quitarse la mochila” representan neurosimbólicamente la rendición y transformación.

  1. Modelo de identificación positiva (Jesús y María)

Ofrece ejemplos bíblicos que activan las neuronas espejo, promoviendo imitación espiritual.

  1. Alta coherencia entre lenguaje, emoción, teología y aplicación

Se sincronizan los niveles racional, emocional y espiritual en una experiencia de predicación integral.

  1. Estimulación de la visualización mental

El sermón hace que el oyente “vea” lo que escucha, lo que fortalece la comprensión, codificación y recuerdo.

 

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