EL PODER DE LA ORACIÓN

 


La oración de los justos es su gozo 

 Prv.15:8, RV60

Propósito: Mostrar la importancia que tiene la oración en la vida del cristiano, para motivarlo a desarrollar una vida de oración que lo lleve al éxito total.

Introducción:

  1. Para lograr una vida plena en el ámbito personal, familiar y congregacional, debemos convertirnos en personas de oración. Quien no ora está muerto espiritualmente. Un verdadero cristiano tiene una vida de oración constante y profunda.
  2. Muchas personas dicen “Yo oro”, pero sus vidas son comunes, padeciendo los problemas cotidianos que afectan a la gente común. Sin embargo, quien ora experimenta a diario una vida sobrenatural.
  3. La verdadera vida espiritual inicia cuando decidimos orar con entusiasmo y constancia.

I-      EL MILAGRO MÁS GRANDE DEL MUNDO.

A-   Mis inicios en oración se dieron cuando tenía once años, en la catequesis de la parroquia de mi barrio. La que nos instruía nos instó a comunicarnos con Dios. Desde esa ocasión busqué a Dios por medio de la oración. experimenté una conversión total a los dieciséis años, y me he mantenido fiel al Señor gracias al poder de la oración.

B-    Sin embargo, no todo era como yo esperaba. Cuando decidí ser miembro de una iglesia, no encontré en ella un mentor de oración. Eso me hizo vivir un cristianismo simple e improductivo durante muchos años.

C-    Pero unos siete años atrás, un amigo me recomendó un libro: “Oración, clave del avivamiento”, del pastor coreano Paul Yonggi Cho. Aquella lectura me impactó de tal manera que experimenté la oración en otro nivel, en un nivel de conversión y entrega total al Señor.

D-   Cuando comencé a orar con entusiasmo, pude notar que iba cambiando constantemente, y que tenía un entendimiento mejor de la palabra de Dios. Orar era la fuente de conversión y nuevo entendimiento de la voluntad de Dios.

E-    Cuento mi experiencia porque estoy convencido que lo que pasó conmigo cuando me convertí en una persona de oración, puede pasar a cualquier persona que tome en serio la oración: experimentará un cambio real y profundo.

II-    ¿POR QUÉ DEBEMOS ORAR?

A-   Porque esa es la voluntad de Dios, Sal. 16:11.

1.    Mi hijo menor tiene catorce años, pero él me busca constantemente para pasar tiempo conmigo. Algunas veces me acompaña mientras trabajo en mi computadora. Sencillamente me busca para acompañarme, y eso me agrada profundamente.

2.    El Señor es similar, le agrada nuestra compañía por medio de la oración. Pr.15:8.

B-    Porque ha de ser parte de nuestra vida, 1Tls.5:17. ¿Por qué tuvieron éxito los grandes personajes de la historia del cristianismo, los profetas y otros personajes bíblicos? Porque fueron personas de oración.

C-    Porque experimentamos resultados sorprendentes, Fil.4:6,7. Is.26:3.

III-  ESTRATEGIAS PARA ORAR

A-   Orar por las madrugadas. Mr.3:15.

1.    “Señor, escucha mi voz por la mañana; cada mañana llevo a ti mis peticiones y quedo a la espera.” Salmo 5:3.

2.    El celular puede ser nuestro buen amigo para orar.  Cuando comencé mi vida de oración, quise hacerlo por las madrugadas, pero el sueño me vencía. Aunque programaba el despertador del celular, simplemente estiraba el brazo y lo apagaba para seguir durmiendo.

En una ocasión, olvidé dejar cerca el teléfono, y cuando este sonó, me levanté de prisa hacia la mesa donde estaba para apagarlo.  Yo no quería que mis hijos se despertaran por la estridente alarma del teléfono. Pero cuando lo hice, me di cuenta que el haberme levantado me ayudó a despertarme por completo, así que aproveché para iniciar mi jornada de oración aquella madrugada. La noche siguiente dejé el celular en la misma mesa para tener que levantarme y despertar completamente.

Mi celular fue mi cómplice para orar con Dios por las madrugadas.

3.    Sicólogos dicen que lo que se practica durante treinta días, se convierte en un hábito. Levántese temprano durante treinta días, y verá que pronto adquirirá el hábito de orar muy temprano.

B-    Pida a Dios instrucciones claras de cómo orar.

1.    Esto le da discernimiento.

2.    Le dará hambre de la oración.

C-    Tenga un compañero de oración.

1.    Hay que ponerse verdaderamente de acuerdo. Mt.18:19. La expresión que en este pasaje se traduce “ponerse de acuerdo”, quiere decir realmente desear algo con la misma intensidad.  Si dos o más personas desean algo de manera igualmente intensa, y oran por ello, seguramente lo recibirán en breve.

2.    Nuestro cónyuge es la mejor compañía para orar. ¿Quién puede sentir lo mismo que nosotros por las cosas que pedimos como nuestro cónyuge?

D-   Busque la soledad para orar.

1.    La soledad es la presencia de Dios, es el lugar donde no hay nadie y que él llena por completo.

2.    Recordemos la instrucción de Jesús en Mt.6:6.  Todo lo que tú quieres está en tu habitación.

E-    Ponga todo su corazón en la oración.

1.    Algunas veces Dios escucha las oraciones sin palabras, 2R.20:1-6.

2.    Dios no puede entregar lo que realmente no se desea, Stg.1:6-8.

F-    Invoque la Palabra de Dios. Esta es una estrategia sencilla, que llena de seguridad a quien la practica: apelar en la oración a lo que el Señor ha prometido en su Palabra.

G-   La constancia es eficaz para recibir. Ef.6:18.

1.    En este pasaje de Ef.6:18 aparece por única vez la palabra “perseverancia”, esta significa atender constantemente, continuar sin desviarse, adherirse firmemente, agarrar bien.  Eso es la oración constante: una plegaria a la que nos aferramos hasta conseguir la respuesta. Jacob fue un ejemplo de esto.

2.    Una anciana de nuestra congregación pedía oraciones a la asamblea para tener noticias de su hija. Cada lunes, en el culto de oración, ella hacía la misma petición. Como yo estaba muy joven, sinceramente llegó un tiempo en que aquella petición me fastidiaba. Pero un lunes, después de cinco años de hacer la misma petición, ella comunicó que ya tenía noticias de su hija, ahora la petición era poder viajar hasta donde estaba su hija y volverla a ver.

Meses después la anciana pudo viajar para ver a su hija después de seis o siete años.  Esta vez presentó palabras de agradecimiento porque no solo vio a su hija, sino que pudo conocer también nietos que aquella muchacha tenía en la familia que había formado. ¡Para mí este es uno de los mejores ejemplos que conozco de la perseverancia en oración!

3.    La paciencia y la perseverancia son importantes para  lograr todos lo que pedimos en oración.  El señor desprecia la inconstancia porque es una forma de incredulidad.

H-   Pida a Dios de forma apropiada. Ef.3:20.

1.    En una ocasión fui invitado a una reunión de oración. Me entusiasmó la idea porque me dediqué mucho a la oración en aquellos días. 

Cuando llegué al lugar, había gente sentada en círculo, y casi todas habían pasado un papel con una petición. En esto consistía la reunión de oración, lo cual está bien, pero a mí me desagradaron las peticiones que oí: “Pido para pasar el examen de conducir y recibir mi licencia”, “Oren porque me den el empleo al cual apliqué”, “Por favor, que mi hijo pasa el grado escolar”, etc. ¡Por favor! Si usted cree que Cristo murió para que usted tenga una licencia, o para que su hijo pase milagrosamente el año escolar sin estudiar, o que usted obtenga un empleo para el cual no es competente, se equivoca”.  El Señor murió para que usted sea salvo, para que no se vaya al infierno, no para darle “regalitos” a usted, por cierto, cosas que con poco esfuerzo puede conseguir.

 

2.    Veamos la oración de Jabés, 1Cró.4:9,19: “Había un hombre llamado Jabés, quien fue más honorable que cualquiera de sus hermanos. Su madre le puso por nombre Jabés porque su nacimiento le causó mucho dolor. Él fue quien oró al Dios de Israel diciendo: «¡Ay, si tú me bendijeras y extendieras mi territorio! ¡Te ruego que estés conmigo en todo lo que haga, y líbrame de toda dificultad que me cause dolor!»; y Dios le concedió lo que pidió.

3.    ¡Pida en grande, y Dios lo sorprenderá con más de lo que usted espera!

IV- ¿CÓMO AMPLIAR NUESTRO TIEMPO DE ORACIÓN?

A-   Jesús dijo que el tiempo mínimo para orar es una hora, Mt.26:40. La mayoría tendemos a orar solo unos minutos, y por la falta de costumbre, nuestra mente es volátil.

B-    ¿Cómo orar por más tiempo?

1.    Debemos orar por otros.

2.    Por los hermanos de la congregación.

3.    Por nuestro cónyuge.

4.    Por nuestros hijos.

5.    Por la nación.

6.    Por la predicación de la palabra de Dios.

7.    Ser sensibles a las instrucciones del Espíritu Santo, él nos indicará por qué cosas debemos orar.

8.    Orar con actitud de agradecimiento.

9.    Orar exaltando al Señor.

10.Ore con mucha alegría, y eso le bendecirá y lo hará pasar suficiente tiempo en presencia del creador.

V-   ORE EN POSITIVO

A-   Esto quiere decir dar por hecho las cosas que pedimos, Ro.4:17. Cuando haga una oración, en vez de pedir, agradezca. No diga “Señor te pido ese milagro”, sino ore en positivo y diga “Señor, gracias por ese milagro”. Orando así, usted da por hecho las cosas y desarrolla la actitud del agradecimiento.

B-    Si nos concentramos en lo positivo, las posibilidades de recibir aumentan, pues esta actitud genera fe y mucha confianza en recibir lo que pedimos.

VI- LA ORACIÓN SE EXPANDE EN RESULTADOS

A-   Si somos personas de oración, podemos esperar más de lo que pedimos, Ef.3:20.

B-    Cuando nos convertimos en una congregación de oración, experimentamos resultados que no estábamos esperando, además de las cosas que pedíamos:

1.    Más visitas en nuestras reuniones.

2.    Fortalecimiento del liderazgo.

3.    Conversiones más frecuentes.

4.    Aprendimos más de la palabra.

5.    Las ofrendas se multiplicaron espontáneamente.

C-    Cuando Dios determina hacer algo, primero dispone a su pueblo a orar. De esa forma los resultados serán extraordinarios.

D-   Nuestras iglesias serán del tamaño de nuestras oraciones. Oraciones insignificantes, congregaciones diminutas, pero no solo en membrecía, sino también en vida espiritual.

Conclusión:

1.    Oremos, porque en la oración hay poder.

2.    Orando nuestras vidas cambiarán y prosperarán.

3.    Aprendamos a orar, siguiendo las estrategias propuestas y descubriendo otras en el proceso de la oración.

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